Por Teresa Frías K.

Hoy en día pensar que alguien no usa celular es difícil, solo basta salir a la calle y ver que la gran mayoría está con un celular en la mano, ya sea hablando, escribiendo, tomando fotos, grabando un video o simplemente pagando sus cuentas.

Es así, la verdad es que todo evoluciona, y para muchos sin duda ha sido de gran ayuda la tecnología, puesto que puedes hacer mucho con un solo aparato. De hecho, existe un grupo de personas que prácticamente trabaja desde el celular, sobre todos aquellos que tienen su negocio ligado a las redes sociales o ventas por internet.

Aunque el debate del uso del celular es sin duda una conversación de no acabar, porque están los que favorecen su uso, y están aquellos que si bien usan el celular no quieren que el aparato nos domine.

Todo un mundo

Hasta hace unos años hablar por celular era la gran opción para poder ubicar más rápido a las personas que queríamos, sin embargo, eso ya cambió, después se implementaron las redes sociales haciendo que las conversaciones por mensajes fueran más inmediatas, al igual que el envío de fotos, videos, audios y documentos.

A ello, después, se agregaron aplicaciones que podían ayudarnos a pagar nuestras cuentas, descargar música, ver películas  online, comprar, incluso ayudarnos en las tareas de los más pequeños de la casa.

Pero eso no es todo, ahora podemos contratar servicios a través de internet, consultar el estado del tiempo, el tráfico y crear nuestro propio negocio, todo eso con el avance de la tecnología.

¿Bueno o malo?

Frente al tema, el sociólogo de la Universidad de Chile Joaquín Gálvez declaró que “pretender salir de la casa o del trabajo sin el teléfono celular parece como si nos olvidáramos de ponernos ropa, nos sentimos casi desnudos”.

A ello, agregó a Cambio21 que “los celulares gracias al gran avance que ha tenido la tecnología se han vuelto prácticamente indispensables en nuestras vidas”, agregando que “prácticamente tener un negocio, y no tener celular seria  como tener un vehículo sin neumáticos, no funcionaría correctamente”.

Todo nos lleva a internet

Internet de las cosas, Internet of Things o IoT por sus siglas en inglés, es un concepto un poco abstracto pero que ha estado ganando bastante popularidad en los últimos meses. La idea que intenta representar queda bastante bien ilustrada por su nombre, cosas cotidianas que se conectan al Internet, pero en realidad se trata de mucho más que eso.

Para entender de qué va el Internet de las cosas debemos también comprender que sus fundamentos no son en lo absoluto nuevos. Desde hace unos 30 años que se viene trabajando con la idea de hacer un poco más interactivos todos los objetos de uso cotidiano. Ideas como el hogar inteligente, también conocido como la casa del mañana, han evolucionado antes de que nos demos cuenta en el hogar conectado para entrar al Internet de las cosas.

El Internet de las cosas potencia objetos que antiguamente se conectaban mediante circuito cerrado, como comunicadores, cámaras, sensores, y demás, y les permite comunicarse globalmente mediante el uso de la red de redes.

Si tuviéramos que dar una definición del Internet de las cosas probablemente lo mejor sería decir que se trata de una red que interconecta objetos físicos valiéndose del Internet. Los mentados objetos se valen de sistemas embebidos, o lo que es lo mismo, hardware especializado que le permite no solo la conectividad al Internet, sino que además programa eventos específicos en función de las tareas que le sean dictadas remotamente.