Oh I'm just counting

La revolución del celular en Chile: cómo una pantalla cambió nuestra vida

Es un hecho que los hábitos digitales en Chile giran en torno al celular, que ha dejado de ser un simple accesorio para solo llamar o enviar SMS. Hoy, utilizamos este dispositivo para todo: trabajo, compras, entretenimiento, socialización e incluso pagos. Y es que la vida moderna cabe en una pantalla que viaja en el bolsillo y acompaña a millones de chilenos en todo momento.
 
La conectividad chilena, en expansión
 
Las cifras dan cuenta de este fenómeno. Más del 90 % de los adultos está conectado a internet y el número de líneas móviles activas supera ampliamente a la población total del país. Esto refleja que buena parte de los usuarios dispone de más de un dispositivo o plan, cambiando la dinámica diaria por completo. 
 
Asimismo, la cobertura 4G está consolidada en gran parte de las ciudades, mientras que el 5G ya se abre paso en Santiago y otros centros urbanos. Con ello, Chile se posiciona como uno de los mercados más preparados de América Latina para la siguiente etapa tecnológica.
 
El celular como centro de consumo y ocio 
 
Al igual que en Argentina, el comercio electrónico vive un auge imparable. En 2023, las transacciones digitales superaron los 34 mil millones de dólares y cerca del 40 % de las compras en línea se realizaron desde un smartphone. El cambio también es evidente en los pagos diarios: miles de negocios permiten cancelar con tarjetas, transferencias inmediatas o billeteras digitales. ¿Está el efectivo llegando a su fin? Todo apunta a que sí, pero no de forma inmediata.
 
Por otro lado, el tiempo libre también se ha digitalizado. En promedio, los chilenos dedican más de dos horas diarias a actividades de entretenimiento online: desde redes sociales y plataformas de streaming hasta servicios especializados. En el caso de portales de escorts chilenas Simple Escort, más del 70 % de las visitas proviene directamente de dispositivos móviles, lo que confirma el dominio del celular como puerta de entrada al ocio digital.
 
¿Qué desafíos persisten en la actualidad? 
 
El camino hacia una sociedad plenamente conectada no está exento de barreras. La primera es la desigualdad en conectividad territorial: mientras las capitales regionales disfrutan de velocidades de conexión competitivas, en muchas zonas rurales aún existen servicios limitados y altos costos que dificultan la inclusión digital. 
 
A esto se suma la necesidad de que el 5G tenga un impacto real en la vida cotidiana. La promesa no es únicamente navegar más rápido, sino habilitar servicios de salud remota, educación virtual avanzada y sistemas logísticos más eficientes.
 
Y el tercer obstáculo es la inclusión financiera y tecnológica. Aunque Chile lidera en la región en el uso de pagos digitales, todavía hay sectores de la población que dependen en gran medida del efectivo, especialmente adultos mayores o personas sin formación tecnológica. 
 
El futuro inmediato 
 
Con la expansión de Internet, el crecimiento del comercio online y la popularización de los pagos a través del móvil sientan las bases de la sociedad mobile-first chilena. Pero el gran reto está en garantizar que la digitalización llegue a todos los rincones y perfiles sociales del país. 
 
Cerrar las brechas de conectividad, convertir las redes en servicios tangibles y asegurar la inclusión serán factores decisivos en la próxima década. En este contexto, el celular se reafirma no solo como un dispositivo indispensable, sino como el emblema de una nueva etapa en la vida digital de Chile.