Los tiempos no están para algunas bromas, no por un tema político, sino que por una mirada humana y contraria a todo tipo de discriminación que pueda efectuarse.
Machismo, xenofobia, discriminación, racismo, acoso de todo tipo y un largo y transversal etcétera han hecho de la situación, en el mundo y no solo nuestro país, algo que se debe tomar en serio y cuidar los actos y las palabras.
Sin embargo, no todos aprenden, y por querer pasar por divertidos y chistosos terminan complicados y disculpándose, y en el peor de los casos con denuncias judiciales.
Cabeza dura
Después del primer capítulo de la temporada 2018 de Vértigo, que comenzó el jueves pasado, Canal 13 ha recibido una serie de denuncias por la rutina del comediante Daniel Alcaíno, quien volvió a interpretar a su polémico personaje, Yerko Puchento.
Según informó el Consejo Nacional de Televisión, las denuncias se concentran en tres puntos: tratamiento xenófobo a ciudadanos haitianos; burlas a la ministra Vocera de Gobierno, Cecilia Pérez; y trato denigrante contra la actriz Daniela Vega, en referencia al juego de palabras y relación de su genitalidad con la película Coco.
Durante ese día jueves el consejo registró más de 70 quejas: una cifra que ha crecido sostenidamente, llegando este lunes a 194 reclamos.
Otro que no lo ha pasado bien es Julio Cesar Rodríguez, quien el pasado 16 de febrero condujo la Gala del Festival de Viña del Mar, evento que fue transmitido por Chilevisión.
El comienzo de las quejas contra el periodista partió en redes sociales donde se acusó que el animador tocaba demasiado y mirada de manera inapropiada a las mujeres invitadas.
Posteriormente también fue denunciado ante el Consejo Nacional de Televisión, organismo que reveló las denuncias recibidas durante febrero, y donde el conductor de "Primer Plano" se lleva la mayoría.
Rodríguez recibió 26 menciones, cuyo motivo principal fue que "el periodista se dedicó a ver el escote a todas las mujeres que posaban por la alfombra roja. Es un trato agresivo y denigrante hacia las mujeres".
¿Qué falta para que cambiemos?
Las reflexiones que surgen es qué falta para que estos personajes públicos cambien su forma de ser y se adecuen a los nuevos tiempos y a las nuevas miradas de la sociedad actual.
¿Son las sanciones la real solución, es un problema netamente individual o es la sociedad la que aún no madura?
Conversamos con el psicólogo Andrés Morales sobre la actual situación y de qué elementos serían necesarios para que este tipo de actos no vuelvan a suceder.
“Queda claro que nos falta mucha madurez como sociedad y no solo en lo que se refiere en el aspecto del humor. Para algunos se podría decir que nos falta sentido del humor, pero me parece que no debemos olvidar que el humor tiene límites”, comenta el psicólogo.
“En cuanto a las rutinas del comediante de Canal13 queda claro que muchas veces se le pasa la mano, como lo que sucedió en el programa pasado. Siempre ha sido alguien que se burla de forma grosera de todo lo que merece su atención”, indica Morales.
“Como sociedad hemos crecido y avanzado bastante, cosa que muchas veces el humor no consigue adecuarse y no respeta los límites. Lamentablemente las denuncias seguirán presentándose porque el cambio mental será difícil de que suceda y mucho más considerando las diferencias y subjetividades individuales”, concluyó.
El sociólogo Juan Jiménez por su parte considera que la situación de las denuncias que se han presentado en el último tiempo “son un reflejo del cambio profundo que ha experimentado una buena parte de la sociedad chilena. Lamentablemente no todos van en la misma dirección ni miran la sociedad con los mismos ojos”, explica.
“Sin embargo, estos casos de denuncias que vemos, las que son muy numerosas, nos dejan en claro que no todos creen en la igualdad, en los cambios sociales, en mejorar la sociedad y la calidad de vida de un país. Es cierto, con las multas se aprende, pero cuando será el fin de las multas”, se pregunta el académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Analizando los posibles cambios que tendrían que pasar en el país el académico habla con optimismo: “Me parece que, a pesar de este tipo de situaciones, vamos por un muy buen camino donde el grueso de la sociedad, con una presencia influyente de los más jóvenes, potencia un cambio de mentalidad y de actitud”, finalizó.