En su sesión informativa diaria, el secretario de Salud, Matt Hancock, dijo que el gobierno británico ha puesto 20 millones de libras (casi 23 millones de dólares) a disposición del equipo de la Universidad de Oxford y otros 22 millones de libras (25 millones de dólares) para otro proyecto de vacuna desarrollado por el Imperial College de Londres.
Pese a la incertidumbre, "las ventajas de ser el primer país del mundo que desarrolle una vacuna que tenga éxito son tan enormes que estoy poniendo todos los recursos posibles", recalcó Hancock.
Asímismo, afirmó que ambos proyectos están haciendo rápidos progresos y como resultado, anunció que la vacuna adelantada por Oxford será probada en personas a partir de este jueves.
Sin embargo, el consejero científico del Gobierno británico, Patrick Vallance, advirtió esta semana que el proceso de desarrollo de una vacuna puede ser largo, incluso si muestra signos positivos contra el virus. "Todas las nuevas vacunas que comienzan a desarrollarse son proyectos a largo plazo. Solo algunas acaban teniendo éxito. Con el coronavirus no será distinto", escribió Vallance en un artículo para The Guardian.
Mientras la Universidad de Oxford y el Imperial College siguen adelante con sus dos investigaciones, el Gobierno británico invertirá aún más dinero para aumentar su capacidad de manufactura. De este modo, si alguna de esas dos vacunas funciona y es segura, "podremos hacer que esté disponible para los británicos tan pronto como sea humanamente posible", indicó el Secretario de Salud.
Especialistas en virología han manifestado que el tiempo que puede tardar la vacuna es de más de 18 meses. Si bien Reino Unido tiene estos dos proyectos adelantados, quien estaría más avanzado en el proceso sería el Gobierno de China, que ya está en su segunda etapa de pruebas en humanos.