En febrero de este año se estrenó el documental “El dilema de las redes sociales” el filme describe la adicción y los impactos negativos de las RRSS en personas y comunidades, como resultado de las estrategias diseñadas para manipular emociones, comportamientos y mantener conectados a los usuarios. En esta film aparecen varios testimonios de algunos exejecutivos de las empresas más grandes de Silicon Valley y de académicos.
El Reuters Institute Digital News Report 2020, nos indica que un 80% de la población chilena utiliza las redes sociales de Facebook y Whatsapp. El psicólogo social Jonathan Haidt indica que las RRSS están directamente relacionadas con el aumento de casos de ansiedad y depresión, especialmente en niños, niñas y adolescentes.
En Estados Unidos, según datos oficiales, el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte entre los niños en edad escolar y los jóvenes (de 12 a 18 años), por detrás de los accidentes. Las muertes de niñas de 15 a 19 años, por suicidio, alcanzaron un récord en 40 años y se duplicaron entre 2007 y 2015, con 5,1 casos por cada 100 mil habitantes. El crecimiento de estas problemáticas empezó a aumentar dramáticamente después de la fuerte inserción de las RRSS desde el año 2010.
El fenómeno también afecta a niños y adolescentes del sexo masculino, cuyas muertes aún ocurren en mayor número, pero están creciendo a un ritmo más lento. 30% en el mismo período (hay 14,2 casos por cada 100 mil). Según el documental, este escenario no es resultado del uso irresponsable de las RRSS, sino de la forma irresponsable en la que las redes tratan a sus usuarios.
Estrictamente no existe en la actualidad la clasificación de adicciones a las redes sociales, ya que no está clasificada en el DSM-V y el CIE-11, que son los dos sistemas de clasificación de enfermedades mentales, sin embargo, el impacto que están teniendo en las personas podrían considerarlo como un consumo problemático, ya que están impactando negativamente a nivel personal, familiar, laboral, escolar y comunitario. La población infanto-adolescente está expuesta con muy poco control de las diferentes redes sociales, a los contenidos y tiempo que pueden acceder.
En el mismo film sugerían desactivar las notificaciones, pues son la herramienta de manipulación. Uno debe decidir cuando entrar a redes sociales y no al revés. No consumir videos o contenidos recomendados, pues las sugerencias en redes sociales están diseñadas para atraer y no informar.
Además, se sugiere seguir páginas con contenidos u opiniones contrarios a los tuyos, así profundizar conocimientos y cuestionas tus certezas para aprender de las diferencias. Es fundamental desconectarse de redes sociales una hora antes de acostarse y silencia tus aparatos electrónicos.
Por último, no malgaste en ‘me gusta’ o entres a cualquier anuncio. Pasa más tiempo con tu familia o amigos y privilegia tu tiempo libre en actividades deportivas, culturales o sociales, sin usar las redes sociales.