El cura italiano Nicola Corradi, condenado en 2019 por la justicia argentina a 42 años de cárcel por abuso sexual y violación de niños sordos en un internado, murió a los 84 años en Mendoza.
El poder Judicial de esa provincia informó sobre su deceso. El sacerdote cumplía prisión domiciliaria debido a su edad y problemas de salud.
En 2019, un tribunal argentino había declarado culpable a Corradi junto al cura argentino Horacio Corbacho, condenado a 45 años de presidio. Además, el jardinero del centro de enseñanza Armando Gómez recibió una pena de 18 años de prisión.
"Murió Corradi, una persona que pudo ser juzgada y condenada por los abusos cometidos en Mendoza. Estamos satisfechos porque pudimos mostrarle al mundo quién era quizás el representante de la Iglesia católica más pedófilo de todos los tiempos", declaró a la AFP Ariel Lizarraga, padre de Daiana, la primera denunciante.
La justicia consideró 25 casos de abusos y violaciones de niños de entre 4 y 17 años cometidos entre 2004 y 2016 en el Instituto de Enseñanza Próvolo de Mendoza. Se evaluaron los testimonios de 13 víctimas.
Se consideró como agravante que los sacerdotes eran responsables de la guarda de los chicos y ministros de culto, así como el hecho de que las víctimas eran menores de edad y que convivían con sus abusadores en el internado.
El Próvolo de Mendoza fue cerrado en 2016 a raíz del escándalo.
Tras el juicio, un grupo de víctimas viajó en febrero 2020 al Vaticano con la intención de reclamar justicia y reparación ante el horror vivido, pero el papa Francisco no los recibió.