Guerrilleros rebeldes lanzaron una ofensiva relámpago en Siria, ingresando el domingo a la capital del país, Damasco.
Rusia confirmó que el ahora expresidente y dictador Bashar Al-Assad habría escapado a Moscú tras ser derrocado por rebeldes y que pediría asilo político al Gobierno de Putin.
Frente a esto, el Partido Comunista de Chile que dirige Lautaro Carmona emitió una declaración pública, condenando el “golpe terrorista” y solidarizando con el pueblo de Siria.
“El Partido Comunista de Chile solidariza con la soberanía del pueblo sirio y condena la irrupción militar de la organización terrorista Hayat Tahrir al Sham, que derrocó mediante un golpe de Estado al gobierno del Presidente Bashar Al-Assad, luego de ocupar militarmente Damasco, la capital de ese país”, comienza el texto del PC.
“Condenamos categóricamente, denunciamos y advertimos que se trata de una guerra sucia y temeraria encabezada por el Gobierno de Israel, con el apoyo de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN para aplastar la resistencia de los pueblos de Palestina y el Oriente Medio desde hace 76 años contra el colonialismo y restaurar la debilitada hegemonía del imperialismo norteamericano en la región y el mundo”, añade.
Al finalizar, el PC reafirma su “condena ante este nuevo crimen masivo, de carácter expansivo y que pone en peligro la paz en toda la región y el mundo. Nadie que defienda la vida y la dignidad puede permanecer al margen de su condena”.
Tiranía familiar de los Al Assad duró más de 50 años
"El tirano Bashar Al-Assad ha huido" y "declaramos a la ciudad de Damasco libre", expresó en Telegram el movimiento rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS), que llamó a los ciudadanos en el exterior a regresar a una "Siria Libre.
Agregaron que "después de 50 años de opresión bajo el mando del (partido) Baaz y 13 años de crímenes y desplazamiento forzado (...) anunciamos hoy el fin de este período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria".
La dinastía Al-Assad, desde el padre Hafez hasta el hijo Bashar, gobernó Siria con puño de hierro durante más de 50 años, antes de su caída el fin de semana tras una fulgurante ofensiva de los rebeldes.
El 16 de noviembre de 1970, el general Hafez al-Assad, en ese entonces ministro de Defensa, toma el poder con un golpe de Estado incruento.
El 12 de marzo de 1971, es elegido por referéndum y se convierte en el primer presidente sirio que pertenece a la minoría musulmana alauita (10% de la población), mientras que la mayoría es sunita.
En febrero de 1982, el ejército sofoca un levantamiento islamista en Hama, en el centro de Siria.
Los disturbios y las operaciones militares llevadas a cabo durante cerca de un mes por un cuerpo de élite dirigido por el hermano de Hafez al-Assad, Rifaat, causan entre 10.000 y 40.000 muertos, según las fuentes.
Acercamiento a occidente
En 1990-1991, Siria estrecha sus lazos con Estados Unidos tras la desintegración de la Unión Soviética.
Damasco se une a la coalición liderada por Washington contra el Irak de Sadam Husein, tradicional rival de Assad, tras la invasión de Kuwait.
El 10 de junio de 2000, tras la muerte de Hafez al-Assad, el Parlamento modifica la Constitución para rebajar la edad mínima requerida para la magistratura suprema, una enmienda hecha a medida para Bashar al-Assad, nacido en 1965.
El 17 de julio de 2000, Bashar al-Assad presta juramento ante el Parlamento. Es elegido presidente en un plebiscito con un único candidato, en el que obtiene el 97% de los votos.
Guerra civil
El 15 de marzo de 2011 estalla en Siria un levantamiento popular, en la estela de la Primavera Árabe. La revuelta es brutalmente reprimida por las autoridades, antes de convertirse en una guerra civil.
El conflicto se vuelve cada vez más complejo con la implicación de potencias regionales e internacionales, así como de milicias extranjeras y grupos yihadistas.
Las autoridades, respaldadas militarmente por Rusia e Irán, reconquistan cerca de dos tercios del país.
La guerra deja medio millón de muertos y millones de desplazados.
En la noche del 7 al 8 de diciembre de 2024, tras once días de una fulgurante ofensiva, los rebeldes liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) toman Damasco.
El presidente Bashar al-Assad huye del país junto con su familia y se refugia en Moscú, según las agencias de prensa rusas.