Una mujer en Estados Unidos sufrió la amputación de una pierna, luego de que una araña reclusa parda le mordiera un dedo de uno de sus pies.
Kiara Boulton, residente de la ciudad de West Memphis (Arkansas, EE.UU.) reconoció que no sintió la picadura y solo se dio cuenta después de tomarse una ducha, según informó el canal local WREG.
Ya en urgencias, los médicos de un hospital local le recetaron a Boulton —que es diabética desde que tenía 10 años— unos fármacos especiales.
Pero tres días después de identificar la mordedura, su dedo se tornó negro, por lo que volvió a acudir al hospital. En ese momento los doctores le dijeron que debían amputar la pierna. Desde entonces, Boulton ha pasado por 7 cirugías, que han significado un alto costo económico para su familia.
La araña reclusa parda, de la familia Sicariidae, son peligras para el ser humano debido a su potente veneno necrótico: capaz de infligir graves daños a órganos internos, extremidades y hasta causar la muerte si la picadura no es tratada a tiempo.