Las denuncias de hechos de homofobia, lesbofobia y transfobia se redujeron en un 12 por ciento en 2021, la primera baja en ocho años, según el vigésimo Informe Anual de los Derechos Humanos de la Diversidad Sexual de Género, elaborado por el Movimiento de Identidad y Liberación Homosexual (Movilh).
En total, la ONG registró 1.114 casos de discriminación, entre los que resaltan tres asesinatos; 78 agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles lejanos o desconocidos por las víctimas; 12 atropellos policiales; 106 acusaciones de homo, lesbo o transfobia laboral y 12 en el ámbito educacional, y 391 episodios de marginación o intentos de exclusión institucional.
A su vez, se reportaron 12 campañas contra miembros de la diversidad sexual; 55 episodios de negación de derechos en espacios públicos o privados; 135 abusos comunitarios -provenientes de familia, amigos o vecinos-; una segregación en el ámbito de la cultura, espectáculo o medios de comunicación, y 309 discursos o declaraciones de odio.
Entre las 48 instituciones y 767 personas acusadas de estos casos, el Movilh destaca a la UDI, Gendarmería, la Armada, Carabineros, el Partido Republicano, las iglesias del país y la comunidad judía, el ex canciller Andrés Allamand, y a los ex postulantes a la Presidencia Joaquín Lavín y José Antonio Kast.
De las 11 categorías antes detalladas, en nueve se reportaron bajas: Campañas o movilizaciones de odio (-80 por ciento), discriminación educacional (-63 por ciento), asesinatos (-50 por ciento), discriminación comunitaria (-46,6 por ciento), agresiones físicas o verbales (-40,9 por ciento), abusos policiales (-25 por ciento), negación de derechos para el acceso a servicios o productos (-14 por ciento) y atropellos laborales (-3.6 por ciento) .
Sólo dos tipos de denuncias subieron: las exclusiones institucionales, en un 3,1 por ciento, y las declaraciones de odio, en un 47,8 por ciento. El informe vincula estas últimas al que "personas y grupos anti-derechos se movilizaron de manera inmoral y aberrante en distintos espacios luego del asesinato del niño Emilio Jara, de 12 años, responsabilizando a las personas y activistas LGBTIQA+ del crimen solo porque sus verdugos eran homosexuales".
El 56,4 por ciento de estos atropellos afectaron a la población LGBTIQ+ en conjunto, mientras que el 19 por ciento se dirigieron específicamente hacia gays, el 13,2 por ciento a lesbianas y el 11,4 por ciento a personas trans.
Si bien el Movilh observó que los atropellos disminuyeron en cuanto a identidades puntuales -con bajas de -36,1 por ciento, -19,6 por ciento y -7,9 por ciento en cuanto a gays, lesbianas y personas trans, respectivamente-, hubo un leve aumento de 2,4 por ciento respecto a la diversidad sexual como colectivo.
Dada la aprobación de cuatro nuevas leyes que protegen a la comunidad -matrimonio igualitario; regulación de violencia en la educación superior; derogación del divorcio culposo por homosexualidad, y prohibición de las "terapias reparativas" en el marco de atenciones de salud mental-, la ONG estimó que "el 2021 es, por donde se mire, el año cuando la causa LGBTIQA+ cerró un capítulo, el más difícil de su historia".
"Pasó desde el rechazo total del Estado y de la sociedad a cualquier asomo de las orientaciones sexuales o identidades de género diversas, hasta una apertura que reconoce derechos a todas las familias y protege con herramientas jurídicas, perfectibles o no, a todas las personas", sostiene el informe.
De esta manera, concluye que se instalan "felizmente bases sólidas para futuras y nuevas transformaciones, siendo sin duda el aporte más significativo la mayoritaria aceptación y comprensión de la diversidad que existe entre los habitantes de Chile, una transformación cultural de décadas que cumple también su ciclo e inicia nuevos desafíos".