Oh I'm just counting

Publican primera biografía de Kenita Larraín donde aparecen sus historias con Zamorano, Ríos, Luis Miguel y otros

“El gran enfrentamiento partió por una de las tantas escenas de celos tan habituales por esos días. Pero esta vez la batahola se arrancó de las manos: hubo una discusión muy fuerte, improperios por montones y un zamarreo por parte de Iván que dejó a Kenita perdiendo el equilibrio”.

Así parte el relato sobre una de las peores noches en la vida de María Eugenia Larraín, modelo, ingeniera comercial y soberana de la prensa del corazón, cuando ese febrero de 2004, entre llantos y recriminaciones, canceló a las puertas del altar el matrimonio que copaba la crónica rosa de diarios, revistas de papel cuché y paneles televisivos.

El fin de la boda de cuento de hadas con Iván Zamorano alarmó a los medios chilenos como nunca antes lo hizo un escándalo del corazón. Y sólo ahora, 14 años después, el libro Rubia de los ojos celestes desclasifica qué pasó y cómo fue.

La biografía escrita por Sergio Marabolí -periodista con 22 años de carrera y director del diario La Cuarta- revela la vida sentimental de Larraín con extremo detalle en fechas, días, horas, lugares y hasta diálogos. En más de 190 páginas expone los amores de una mujer de belleza tal que, en octavo básico, aparecía en comerciales y era requerida por agencias de publicidad. Enrique Iglesias y Luis Miguel sólo con verla desde el escenario quedaron prendados y luego la amaron. Lo mismo Felipe Camiroaga, el tenista español Carlos Moyá, el futbolista Sebastián Rozental o el chico reality Arturo Longton, entre otros.

El volumen, publicado por Ediciones Vía X, muestra lo fundamental y también anécdotas, como cuando Antonio Vodanovic pidió que tiñeran platinado el pelo castaño original de la maniquí; que un pololo le prohibió trabajar con Kike Morandé cuando ya había sido seleccionada como la primera “musa” del espacio, o que le regaló un caballo de $5 millones a Camiroaga.

La incondicional
El libro finalmente devela la intimidad del romance de la exreina del Festival de Viña con el llamado “Sol de México”. Un affaire rodeado de misterio y destacado por medios estadounidenses como People o E! Entertainment News.

Empezó en noviembre de 2008, cuando Luis Miguel la invitó a la suite presidencial del Hotel Ritz en Las Condes tras su concierto en el Movistar Arena. Rubia de los ojos celestes dice sobre esa primera cita: “‘Nos veremos pronto, mi amor. Acuérdate’. Kenita se puso muy nerviosa y cerró los ojos, porque el mexicano le había tomado la cintura. Le dio un pequeño y rápido beso en los labios, ella lo miró y huyó, como si fuera el final de una serie de Disney”.

La chilena se transformó en la verdadera incondicional, como la letra de la canción del astro de la música latina. La ubicaba a través de asistentes y le enviaba pasajes business a parajes de España, Venezuela, Ecuador, Hong Kong, Miami, Bali, Punta del Este o las Islas Turcas y Caicos, entre otros. Allí era escoltada por hombres de negro en camionetas de vidrios polarizados a las mejores suites que Luis Miguel ocupa en lujosos hoteles.

El lado oscuro
Al mismo tiempo, Marabolí expone la cara oculta tras el glamour. La de un alma enamorada que se compromete rápidamente para más tarde descubrir otras facetas de sus novios VIP.
El capítulo destinado a Marcelo Ríos detalla la lucha de la protagonista contra la “dependencia del alcohol” de su pareja, la que descubrió durante una celebración en la discoteca Ovo de Viña.

Entonces el exnúmero uno “con una cara chistosa, desfigurada y colgando de un vaso de ron comenzó un espectáculo que vieron al menos 50 personas”. La escena terminó con Ríos, quien se sostenía en su polola para poder caminar, encontrándose a la salida con Fernando González Ramírez, padre del también conocido tenista: “El Chino, sin motivo alguno, se puso a reír, le arrebató el celular y con su zurda monstruosa lo lanzó a más de 20 metros. El aparato quedó completamente destrozado. González no entendía nada y María Eugenia se encogió de hombros excusándose ante el afectado”.

El libro entra en la habitación de Larraín para reconstruir sus períodos de oscuridad, como el accidente en Costa Rica que dejó a la aún esposa de Ríos saliendo del aeropuerto de Santiago en silla de ruedas, o los ataques de celos de Zamorano.

Marabolí asegura que la postal de felicidad que los novios mostraron en portadas comenzó a quebrarse a tres meses de la boda, al asistir a un concierto-gala en Espacio Riesco precisamente de Luis Miguel, a quien Larraín adora desde niña. Ya ese día el mexicano se fijó en la rubia del palco y envió a unos de sus guardias a entregarle una tarjeta con su número privado. El exseleccionado reaccionó mal: “Un Zamorano molesto se llevó a la modelo del brazo apenas terminó el espectáculo… En el departamento de ella explotó una bomba de tiempo. Frases como ‘¿qué te pasaron?’, ‘te pasaron el teléfono para que lo conozcas, ¿cierto?’, ‘él es mejor que yo, anda para allá’ fueron parte de los gritos de Zamorano entre lágrimas”.

Posteriormente, el crack sufrió “un segundo desencuentro con su novia, esta vez violento y plagado de insultos”. “Bam Bam” llevó a Kenita a Europa para que lo acompañara en los homenajes que le rindieron en España e Italia por su despedida del fútbol. En una visita al recinto de entrenamiento del Real Madrid ella se topó con David Beckham y se tomó una foto junto al sex symbol de las canchas inglesas. “Iván explotó de ira” y al otro día la imagen fue publicada en la portada de La Tercera con el título “La novia galáctica”.

Una dinámica que siguió y acabó con todo, informa el autor del libro, que inicialmente sería una biografía autorizada por Larraín, con quien tuvo varias conversaciones. “Sin embargo, con el correr de los días, a comienzos de 2018 empezaron a aflorar temas valetudinarios, algo delicados para ella, sobre todo aquellos que tenían relación con su pasado con Iván Zamorano y Marcelo Ríos”, aclara el periodista en el mismo volumen.

La hoy numeróloga se desligó del proyecto y Marabolí continuó investigando y reporteando a través de más de 60 entrevistas con personas que hablaron en off the record y otras que aparecen citadas en el libro, que incluye un álbum de fotos. Unos son retratos familiares inéditos y otros célebres, como el que dio pie a una ola de memes: la imagen donde la reina de corazones aparece llorando sus penas frente a las cámaras.