El presidente brasileño Jair Bolsonaro afirmó que la pandemia del coronavirus, a la que hasta ahora había tratado de “gripecita”, es el “mayor desafío” de su generación, si bien insistió en que las medidas de prevención no pueden comprometer la economía.
“Brasil avanzó mucho en estos quince meses -desde su llegada al poder-, pero ahora estamos ante el mayor desafío de nuestra generación”, declaró el mandatario ultraderechista en un mensaje a la nación.
Su breve discurso estuvo acompañado por los intensos cacerolazos en los balcones de las principales ciudades que suenan desde hace más de dos semanas en protesta por su postura frente a la pandemia.
En sus intervenciones, pedía el fin de las medidas de cuarentena o de aislamiento social adoptadas por casi la mitad de la población mundial y la mayoría de los estados brasileños, contraponiendo la necesidad de salvar la economía y el empleo con la de salvar personas consideradas de riesgo.
Este martes, evitó criticar esas medidas y trató de compaginarlas con sus posturas conocidas.
“Tenemos una misión, salvar vidas sin olvidarnos de los empleos (...). Por un lado, tenemos que tener la cautela y la precaución con todos, principalmente con los mayores y con quienes tienen enfermedades preexistentes. Por el otro, tenemos que combatir el desempleo que crece rápidamente, en especial entre los más pobres”, declaró.
“El efecto colateral de las medias de combate al coronavirus no puede ser peor que la propia enfermedad”, subrayó.
Su postura ha contrariado las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la inmensa mayoría de los especialistas, incluso de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta.
Y le ha valido el enfrentamiento con casi todos los gobernadores, con políticos aliados y con representantes de los poderes Legislativo y Judicial.
Sin embargo, este martes instó a esos dos poderes, a los gobernadores, alcaldes y a la sociedad brasileña a unirse en “un gran pacto para la preservación de la vida y de los empleos”.
Este martes generó una polémica al destacar un trecho del discurso del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, para insinuar que este estaba a favor de terminar con el distanciamiento social.
Algo que fue desmentido en Twitter, sin mencionar a Bolsonaro, por el propio director del organismo.
“No me valgo de esas palabras para negar la importancia de las medidas de prevención contra la pandemia”, dijo en su discurso a la nación Bolsonaro.
Las autoridades brasileñas prevén que la pandemia, que hasta el martes se cobró 201 vidas en el país, llegará a su auge a partir de fines de abril.