La primera participación de Red Hot Chili Peppers en la edición chilena de Lollapalooza fue en 2014, ocasión en la que los liderados por Anthony Kiedis también encabezaron el lineup junto a Soundgarden, Nine Inch Nails y Arcade Fire.
Pero de ese recital, los recuerdos que se vienen a la memoria no son los mejores.
Aquel 29 de marzo, los californianos cerraron la primera noche del encuentro musical, el que estuvo marcado por altibajos. Además de empezar 10 minutos tarde, la banda parecía no estar en sus mejores momentos, el sonido no fue de lo mejor y eso motivó a los asistentes a ir bajando las revoluciones e incluso a abandonar el escenario donde se estaba realizando la presentación de la banda.
Han pasado cuatro años, y en esta segunda noche de Lollapalooza, Kiedis, Flea, Chad Smith y Josh Klinghoffer proyectaron energía y compromiso con lo que ejecutaban ante sus fanáticos, muchos de ellos que los perdonaron por el errático show de 2014.
La potencia fue de inmediata con "Intro Jam" que dio pie a "Can't Stop" y "Danni California", pero la intensidad luego bajó con "Scar Tissue", el primer single del alabado disco de 1999 Californication, uno de sus mejores trabajos y que había marcado el regreso del guitarrista John Frusciante.
La temperatura, que pasadas las 18:00 horas comenzó a bajar, dando paso también al viento y la amenezas de lluvia en la capital, no fueron problemas para los fieles de los Red Hot Chili Peppers que corearon y saltaron en la gran mayoría de sus temas.
El grupo repasó, además, composiciones que no ejecutaban en vivo desde hace un tiempo, como "Hump de Bump", y aunque hizo una revisión de los más clásico como "Suck my Kiss", "Soul to Squeeze" y "Give It Away", se extrañaron otras como "Otherside", "Around The World", "Under the Bridge".
Pese a los problemas técnicos que en más de alguna ocasión llevaron a negro las pantallas dispuestas en cada extremo del escenario, la actuación de este sábado de Red Hot Chili Peppers fue un acto de reivindicación con el pueblo chileno.