Por Jackie Mercado
Sin besos, usando mascarilla y mejor solo o con la pareja si se convive. Son algunas de las recomendaciones sobre sexo y Covid-19. El objetivo es minimizar el riesgo de contagio del SARS-CoV-2 a través de las relaciones sexuales, lo más aconsejable es evitar tener sexo con personas con las que no se convive.
Sin embargo, no todo el mundo tiene pareja estable y hay quienes la tienen y no conviven con ella. “La pandemia, el confinamiento y las restricciones están causando estragos en la salud mental como ya se está viendo”. Aunque se toca el tema del sexo de soslayo, es fundamental para la salud física y mental de las personas”.
Podemos contagiarnos de Covid-19 a través de las relaciones sexuales. Sí, porque el sexo implica contacto de una persona con otra y la vía principal de transmisión del Covid-19 son las partículas que exhalamos al respirar o hablar, además de las secreciones por tos o estornudos. Esas gotitas pueden inhalarse o caer en la cara y propiciar la infección. Los besos, que en muchas sociedades como la nuestra son una práctica de inicio y seguimiento de la actividad sexual compartida, son una fuente fundamental de contagio por la saliva, como también las prácticas de sexo oral por ese mismo motivo.
Y el resto de fluidos corporales transmiten el virus. No se sabe. Durante el confinamiento se llevó a cabo un estudio con hombres que estaban ingresados en la UCI en el que se detectó virus en el semen. También se ha encontrado virus en las heces, aunque, por el momento, no se sabe en qué medida eso implica riesgo de contagio. Hacen falta investigaciones para determinar si la enfermedad se puede transmitir por esas vías. Y lo mismo ocurre con las secreciones vaginales: hay casos de recién nacidos que se han contagiado de Covid al nacer: esa transmisión, ¿ha sido placentaria o vaginal? No se puede saber.
Con mascarilla
Los besos son una fuente fundamental de contagio por la saliva. El beso es clave para la erotización. Los labios son un órgano fundamental, relacionados con el olfato, ambos muy importantes en la atracción sexual. Pero las circunstancias son ahora las que son y la mascarilla es una medida de protección eficaz. Está claro que es difícil que una mascarilla quirúrgica, que es la que lleva la mayoría de la gente, se mantenga en su sitio todo el tiempo durante el sexo y que es complicado respirar con ella cuando realizas esfuerzo físico. Pero si el objetivo de la actividad sexual es obtener placer y por no llevar mascarilla vas a estar preocupado por miedo a contagiarte, o con sentimiento de culpa después, eso te puede arruinar la actividad sexual e incluso bloquearte o influir de manera negativa para nuevos contactos. Se puede intentar darle la vuelta a esa pérdida del beso e incluir la mascarilla como parte del juego erótico, como el antifaz.
El sexo seguro pasa por evitar encuentros ocasionales. Aunque no hay un paralelismo directo, durante la eclosión del sida en los años 80, en las personas –y sobre todo el colectivo homosexual– tuvo que cambiar muchas cosas y con el tiempo los contagios se redujeron. Ahora estamos en un punto álgido de la pandemia de Covid-19 y está claro que hay que tomar medidas de protección. Tener sexo ocasional con una persona que no conoces y que no sabes si tiene o no el virus, es un comportamiento de riesgo. Y no se trata solo de no besar a esa persona, porque en una relación sexual hay distintas prácticas, como sexo anal y oral, además del coito, que son también de riesgo.
Qué hay de las parejas estables que no conviven. Estudios preliminares señalan que durante este tiempo de pandemia la pareja estable ha adquirido un valor añadido y en la mayoría el vínculo se ha fortalecido y consolidado, y el sexo ha sido un elemento clave. En el caso de parejas estables que no conviven ha aumentado el sexo virtual y seguramente ahora lo hayan incorporado a su repertorio de herramientas por el grado de erotismo que les proporciona. Nos tenemos que adaptar a la nueva realidad y no tomarlo no como una penalización, sino como una oportunidad.
Qué impacto pueden tener las medidas de prevención de contagio a través del sexo. El sexo es fundamental en la salud psicológica y física de las personas, y, sin duda, una de las consecuencias más graves que va a dejar esta pandemia serán los problemas de salud mental. Seguramente, afectará de manera distinta a diferentes colectivos y personas.
No solo el coito
El sexo es clave para la salud mental y esta íntimamente ligado al estado de ánimo. El autoerotismo, la masturbación y la relación sexual compartida tienen muchos beneficios a nivel de salud mental y cumplen varias funciones. Una fundamental es activar el circuito de recompensa del cerebro y mejorar el bienestar personal.
Además, tiene muchos beneficios sobre el sistema inmunitario y el cardiovascular. Está íntimamente ligado con el estado de ánimo y de entre todas las relaciones humanas, el sexo es la que produce mayor aumento de dopamina, cuando es buen sexo y aceptado, por supuesto.
¡Ni en época de pandemia hay por qué renunciar al sexo! Y para ello basta recordar que la sexualidad no se reduce solo a las relaciones con penetración.