Oh I'm just counting

Resultados SIMCE: Una historia sin final. Por Luis Valenzuela, decano de Facultad de Educación U. Católica Silva Henriquez

Respecto de los últimos resultados del SIMCE, reflejan que, desde sus inicios, sus resultados siempre han sido poco favorables, y esta versión no es la excepción.

Asimismo, cada vez que los resultados son publicados, comienza una cacería de brujas, con el propósito de encontrar responsabilidades; por lo general, los profesores y profesoras permanentemente son sindicados como culpables. Es una cuestión que me parece desconsiderada, ya que es evidente que constituye una situación histórica que ningún gobierno ha resuelto. La falta de pactos y de voluntad política, y de los representantes de los gobiernos de turno, en tomar acuerdos, por ejemplo, del modelo de educación que requiere nuestro país.

Sin existencia de acuerdos, nada cambiará. Y para la próxima evaluación del SIMCE, u otra problemática, nuevamente tendremos acciones reactivas para poner un parche al problema, y sucederá lo mismo.

Un poco de historia. El MINEDUC, en una de sus variadas publicaciones expone: El sistema nacional de evaluación de resultados de aprendizaje fue fundado en 1968 con el objetivo de institucionalizar diversas iniciativas en el ámbito de la evaluación que venían desarrollándose en nuestro país desde los años sesenta. Su principal propósito consiste en contribuir al mejoramiento de la calidad y equidad de la educación, informando sobre los logros de aprendizaje de los estudiantes en diferentes áreas de aprendizaje del currículo nacional, y relacionándolos con el contexto escolar y social en el que estos aprenden.

 Existe una publicación de la Dra. Alejandra Falabella (2018), en el diario El Mostrador que habla sobre el origen histórico del SIMCE y considera algunos aspectos que me parece apropiado destacar. Manifiesta que algunos señalan que la génesis de la prueba es parte de la mercantilización de la educación, bajo la dictadura militar, para motivar la competencia y orientar la libre elección de los padres. También expone que existen “contraargumentos, planteando que fue pensado con un fin pedagógico, a través de la anterior “Prueba de Evaluación del Rendimiento Escolar” (PER). Otros, que el SIMCE surgió de una alianza entre el régimen cívico-militar para alimentar una visión neoliberal en la educación”.

Dicho esto, solo basta mirar los últimos cincuenta años para ver qué ha sucedido con la educación en nuestro país; no podemos negar que desde los años 1978 a 1980, tanto la educación pública como a la educación superior sufrieron cambios significativos. Por ejemplo, la educación secundaria, el proceso de municipalización en 1980, que reformaba el sistema de administración educacional, en miras a la descentralización de todo el sistema escolar, labor de la que era responsable el Ministerio de Educación.

Antes de 1980, específicamente en el año 1979, se generó un documento, Directivas Presidenciales sobre Educación Nacional, en el que planteó: La dictadura militar tiene el control sobre los contenidos de la enseñanza; la prioridad está sobre la enseñanza básica, la educación media y superior debe ser pagada. Lo último hace referencia a la transferencia del crecimiento educacional al sector privado, a través de los colegios subvencionados, donde el estado es el subsidiario. Esto fue el origen a la municipalización de la educación básica y media.

Desde acá en adelante, según mi perspectiva, hay un cambio radical en los procesos educativos de Chile y es innegable. En 1990, una vez iniciado el proceso democrático en Chile, se han realizado acciones relevantes, tales como el proceso de igualdad, inclusión y equidad, la gratuidad, el traspaso a los Servicios Locales de Educación Pública para terminar con la Municipalización de la Educación Pública. Hoy el Plan de Reactivación de la Educación, con el propósito de acortar las brechas de aprendizaje, de lo que significó el efecto de la Pandemia y todo el proceso social vivido, que se arrastra por mucho tiempo. Estimaciones de pérdidas de aprendizajes por nivel socioeconómico revelan que un 17% en estudiantes del nivel socioeconómico alto lo sufrieron, un 48,5% estudiantes de nivel socio económico medio y un 58.7% estudiantes de nivel socioeconómico bajo.

 Así también, este Plan de Reactivación Educativa tiene sus principios de Justicia Social; colaboración transversal; integralidad; fortalecimiento del sistema y aprendizaje sistémico, que se sustentan en tres ejes: Convivencia y salud mental. Fortalecimiento de los aprendizajes, Asistencia y revinculación (Fuente MINEDUC, 2023)

Sabemos que la situación en educación es crítica, y que no depende de un resultado de una prueba SIMCE, sino por la inexistencia de acciones gubernamentales responsables acordadas, para dar solución a la problemática actual que vive la educación, como la inequidad, las brechas sociales, escasez de recursos humanos, materiales y de infraestructura. o como ya se dijo el MODELO DE EDUCACIÓN QUE QUEREMOS. El bien común debe ser lo más importante; sin egoísmos ni egos, que permitan generar las condiciones necesarias de calidad para avanzar. Acuerdo definitivo que permita corregir todo el daño que ha sufrido el proceso de educativo de nuestro país.

Ya es suficiente, basta. Es necesario ser responsables, ponerse de acuerdo en el modelo de educación que queremos. 50 años han pasado, y en 50 años nadie ha dado una solución, no se puede solo, debe ser en conjunto con los profesores, profesoras, estudiantes y todos los factores que están incidiendo en esta crítica situación.

¿Qué evaluación necesitamos? ¿Bajo qué modelo de educación? Las luchas de poder, de modelos político-económicos deben finalizar. O nuevamente las y los profesores, estudiantes de este país tendrán que salir a las calles. Es urgente.