Antofagasta eligió a Sacha Razmilic como su nuevo alcalde en una jornada electoral que marca un cambio en el liderazgo de la ciudad.
Razmilic, quien lideró una campaña basada en propuestas para mejorar la calidad de vida, fomentar la seguridad y revitalizar la infraestructura local, además de recuperar una ciudad abandonada y sumida en escándalos de corrupción de la última administración, recibió un amplio respaldo de la ciudadanía en las urnas.
De acuerdo al Servicio Electoral el Ingeniero Comercial y militante Evopoli alcanzó un 29% de las preferencias, imponiéndose sobre Pablo Iriarte que alcanzó un 19,46% y el actual alcalde, Jonathan Velásquez, quien resultó tercero con un 18,5%.
Visiblemente emocionado tras el triunfo, Sacha Razmilic destacó que su principal tarea será levantar Antofagasta, que actualmente “está en el suelo”. Además destacó que su postulación a alcalde no es para usar el municipio como un peldaño para postular a otros cargos, sino que su vocación es dedicarse 100% al cargo para recuperar la ciudad.
Una apuesta por el cambio
La campaña de Razmilic estuvo centrada en abordar problemáticas clave de Antofagasta, como la seguridad, abandono de espacios públicos y el desarrollo económico. Su compromiso de modernizar la administración local y promover una mayor transparencia resonó con los votantes, quienes expresaron su apoyo hacia un liderazgo más eficiente y cercano a las necesidades de los ciudadanos, además de ser un claro voto castigo a la actual administración de Jonathan Velásquez.
Razmilic también destacó durante la campaña su propuesta de mejorar la infraestructura urbana. Además, puso énfasis en un plan para reducir la delincuencia y garantizar una mayor seguridad en los barrios, uno de los temas más críticos para la comunidad.
Desafíos en la administración local
El nuevo alcalde de Antofagasta asumirá un contexto complejo, con varios desafíos que han impactado la calidad de vida en la ciudad en los últimos años. Los tratos directos para la gestión de residuos, situación del ex vertedero La Chimba, el déficit en infraestructura básica y la recuperación económica post-pandemia son solo algunas de las áreas en las que se espera que Razmilic enfoque sus esfuerzos. Su liderazgo será determinante para responder a estas demandas de manera eficiente y con un sentido de urgencia. Además, Razmilic ha hecho hincapié en la necesidad de trabajar de manera colaborativa independiente de los colores políticos.
Con esta elección, la ciudad inicia una nueva etapa en su historia, confiando en que el liderazgo de Razmilic pueda materializar las promesas de cambio y enfrentar con eficacia los desafíos que afectan a Antofagasta.