El príncipe Carlos se convirtió en el nuevo rey de Gran Bretaña e Irlanda del Norte justo después de la muerte de su madre, la reina Isabel II, porque la monarquía es hereditaria y la sucesión se da automáticamente, sin un pausa alguna.
De esta forma se cumple la vieja etiqueta latina 'Nunquma Rex Moritur', es decir, 'el Rey nunca muere'", ya que en el momento en que Isabel II falleció, su hijo es el nuevo rey.
A sus 74 años, el nuevo monarca era hasta ahora el príncipe de Gales más longevo de la historia: se convirtió en heredero del trono en 1952 y recibió el título oficial en 1958. En 1.000 años de monarquía, en el Reino Unido ningún otro príncipe había esperado tanto tiempo para ser rey.
Reina desde la muerte de su padre, en febrero de 1952, Isabel II era la decana de los monarcas del mundo, con más de 70 décadas de reinado.
La primera señal de la sucesión automática es el momento en que el Estandarte Real de la reina Isabel fue bajado del mástil del castillo, minutos después de su fallecimiento, a la vez que el Estandarte del príncipe Carlos era izado en su residencia.
"El estandarte real nunca se baja una vez muerta la reina, porque la monarquía continúa. Él es automáticamente rey", explica el profesor Vernon Bogdanor, del Centro de Política y Gobierno Británicos del King's College de Londres.
El experto remarca a la vez que no existe un intermedio en la monarquía cuando muere un soberano, lo que significa que el príncipe de Gales se convirtió en rey automáticamente.
Debido a la longevidad de su madre, el príncipe Carlos, nacido en 1948, se convierte en el hombre más longevo que asciende al trono británico.
"En un proceso llamado 'Defunción', se suceden hechos que no sólo tienen que ver con su muerte, sino también con la herencia de su heredero. Y la ley es que tan pronto como muera, su heredero se convierte inmediatamente en Rey en este caso", explicó, por su parte, el constitucionalista Robert Morris, de la Unidad de Constitución del University College London.
Morris remarca que Carlos se convirtió en rey "automáticamente". "La ley es que nunca hay ninguna interrupción. Y esa es la regla del derecho consuetudinario, que ha estado presente durante siglos".
Y afirma: "Esta es la noción de que el monarca tiene que usar dos aspectos de su personalidad, la función constitucional, que por supuesto debe continuar, no se puede tener una ruptura en el gobierno ejecutivo. Y el personal, que por supuesto es humano, y muere".
Divorciado de la fallecida Lady Di, el nuevo rey tendrá a su lado a Camilla Parker Bowles como reina consorte.
La primera decisión que deberá tomar Carlos será el nombre que tendrá como rey y uno de sus secretarios será el encargado de preguntarle, ya que tiene la opción de elegir entre los otros nombres de pila: Felipe, Arturo y Jorge o Carlos III.
El segundo paso para confirmación del nuevo monarca tendrá lugar en el Consejo de Adhesión, que tradicionalmente se celebra en el Palacio de St. James, en Londres, y se reunió por última vez en febrero de 1952 para proclamar a Isabel II tras la muerte de Jorge VI.
El protocolo real indica que esta reunión tenga lugar "lo antes posible". En ella el rey anunciará la muerte de su madre y jurará proteger a la Iglesia de Escocia, de acuerdo a las leyes de 1707, y se espera que pronuncie su discurso de ascenso a trono.
Los detalles del plan del palacio de Buckingham para el día de la muerte de la reina y los pasos a seguir se filtraron al sitio Politico en septiembre de 2021.
Con el nombre en código de "Operación London Bridge", los procedimientos entran en detalles minuciosos sobre cómo se compartirá la noticia del fallecimiento de la reina con el Primer Ministro, los altos funcionarios del Gobierno y luego con el público.
Según los documentos el primer ministro se reunirá con el nuevo rey, quien luego pronunciará un discurso a la nación a las 6 de la tarde.
"Creemos que el Príncipe, ahora el Rey, hará una transmisión la noche de la muerte de su madre. Y aparentemente el plan es que luego viajará a las capitales provinciales para los servicios conmemorativos que se llevarán a cabo allí en Edimburgo, Cardiff y Belfast", dijo Morris.
"Mientras tanto, por supuesto, se estarán haciendo arreglos para el funeral de la Reina que tendrá lugar en Westminster Hall", continuó. "No estoy seguro de cuánto durará, pero imagino que una gran cantidad de personas querrán presentar sus últimos respetos pasando por el catafalco y el ataúd".
El experto aclaró que todavía no se ha confirmado el lugar del funeral de Estado de la monarca, que posiblemente se realice en la Abadía de Westminster. "Pero el enterramiento en sí tendrá lugar en la Capilla de San Jorge en Windsor" junto a los restos del príncipe Felipe, declaró.