Tatiana Merino viajó desde Australia, donde reside desde hace tres años, para contar su versión en torno a toda la polémica de infidelidades y exámenes de paternidad de Álvaro Salas.
"No me vengo a victimizar", aseguró, pero "sorprende. La actitud (de Salas) es la que más sorprende". Esto ya que para Merino ser "la amante engañada me parece insólito", informa Cooperativa.
En 2003, se reveló el romance que tuvo con Merino y en paralelo a su matrimonio con Maritza Soto. Pero recién en este año se supo que, en 2001, Salas sostuvo un tercer romance paralelo con Soledad Rodríguez, el que fue destapado por la demanda de paternidad que la mujer interpuso contra el humorista.
Merino sacó las cuentas y, claro, estaba con ella cuando al mismo tiempo mantenía un vínculo con Rodríguez, a pesar de que era "el hombre que yo más amé", según describió en una nota previa, y que además era considerado como parte de su familia e, incluso, estaban pensando en comprar un departamento.
Al mismo tiempo se cuestiona "cómo iba a dudar de un hombre que ya estaba siendo infiel conmigo. Salas le fue infiel a su amante".
Consultada por la conducta de Salas al no presentarse ante la Justicia, Merino sostuvo que cuando supo, se mostró impactada: "el Álvaro la está cagando. ¿Cómo no reconoce algo que es lógico?".
De hecho, para Merino el caer en desacato antes que hacerse cargo de sus actos también le sorprende, por lo "miedoso y cobarde que es" Salas.