La polémica ocurrió en el colegio St. Margaret’s British School de Concón después de que un grupo de alumnas denunciara una charla impartida el viernes 12 de abril por la periodista y panelista de Sin Filtros, Magdalena Merbilháa. En una declaración revelada por La Voz de los que sobran, las estudiantes expresaron su indignación y vergüenza por los contenidos expuestos durante la conferencia.
Según la declaración emitida por las estudiantes, la charla presentó contenidos sesgados y manipuladores, y criticaron el uso de un lenguaje inapropiado y violentista por parte de la conferenciante.
“La obligación de compartir nuestra indignación y vergüenza por los contenidos sesgados y manipuladores que fueron expuestos ante nosotros, a alumnas desde quinto básico hasta cuarto año de enseñanza media”.
Las estudiantes también señalaron que durante la conferencia se burló de manera despectiva sobre la diversidad de género, ante esto señalaron que "nos parece inaceptable que en un espacio educativo como el nuestro, al ser única y exclusivamente para mujeres, y que se supone promueve ‘la formación de mujeres cultas, críticas y empoderadas’, se permita la presencia de personas que utilizan su posición de poder para impartir discursos partidistas para influir políticamente en las decisiones de las alumnas”.
En respuesta a las acusaciones, Magdalena Merbilháa ofreció un resumen de los mensajes compartidos durante la charla, donde abordó temas como el feminismo, el aborto y la búsqueda de la felicidad.
“Hoy caemos en esta idea de que nosotras somos ‘vístimas’ y por lo tanto el feminismo, el indigenismo, el racismo está todo junto, porque hay de alguna manera una explotación de la interseccionalidad. Todas las minorías están vinculadas”.
“Y por lo tanto el aborto es la única visión que ella tienen. Por eso todas estas mujeres son abortistas, porque lo que más odian es precisamente eso de que tenemos esa capacidad para la vida”.
Finalmente, el video de la charla, inicialmente retirado del canal oficial del colegio, se filtró posteriormente en redes sociales, generando aún más controversia en la comunidad educativa y provocando un debate sobre los límites del discurso en entornos escolares.