Por Mario López M.

Las palabras del ministro Varela no solo implican un desatino o una torpeza, son algo más de fondo, son una manera fría de ver la vida, para los que tienen, todo, para los que no, nada, que se las arreglen solos.

La Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, denuncia un abandono de funciones grave. Al eefecto, envió  oficio por dichos de Varela sobre “bingo” en los colegios

"Desde la Defensoría de la Niñez lo que haremos será defender el derecho de todo niño, niña y adolescente, no solo a tener una educación, sino que a tener una educación en condiciones que sean aptas y respetuosas e sus derechos y garantías fundamentales", dijo la defensora.

“He realizado un oficio directo de un reclamo formal que he dirigido al ministro de Educación, pero también he oficiado directamente al Presidente de la República”, dijo Muñoz.

Ella espera que Piñera considere “cuál es la convicción que esa persona (Varela) tiene respecto del cargo y la relevancia que su responsabilidad implica”.

Si Piñera compartió el "fondo" con el ministro, esto es, que la educación no es un derecho sino el esfuerzo de cada familia, la que no tiene cómo educarse no se educa, así de simple, porque se necesita mano de obra barata y la desigualdad social es una realidad y no un deber ético de superar.

No lo sacará, entonces quién sí puede hacerlo, si asume sus deberes, es el Parlamento.

La Constitución establece en su artículo 53 N° 2 letra b)  que procede la Acusación Constitucional en contra "De los Ministros de Estado, por haber comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación, por infringir la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin ejecución, y por los delitos de traición, concusión, malversación de fondos públicos y soborno".

Varela hizo, de manera pública, un evidente abandono sus funciones, dejando de cumplir la Constitución y las Leyes. Es susceptible de acusación Constitucional. Están los quorum pero no la voluntad de la oposición más preocupada de cuestiones intestinas que del quehacer nacional.

Por eso las declaraciones de la Defensora de la Niñez toman relevancia, pero nadie, de los que corresponde, la escucha.