“Assange tenía siempre la obsesión de que esas imágenes podían ser hackeadas y de que, por tanto, les estuviéramos haciendo el trabajo de contrainteligencia nosotros mismos a los británicos”, rememora el exasesor. Se instalan monitores, una videograbadora y un equipo autónomo de alimentación en un cuarto de archivos. Los guardias lo bautizan “la baticueva”, como el cuartel subterráneo de Batman. La instalación permitio, según asegura su responsable, que la señal audiovisual se vea en tiempo real en Quito.
Ver video: