Los animalistas no salen del horror, luego de que se difundieron fuertes imágenes de un zoológico de Rafah, en Franja de Gaza, Palestina. Las autoridades decidieron amputarle las garras a una leona, para que los visitantes puedan jugar con ella y no corran peligro.
El animal, llamado Falestine, tiene 14 meses y, ante la falta de hospitales veterinarios en la zona, realizaron la operación en el propio zoológico. La colocaron en una mesa con una bolsa de red en la cabeza y allí procedieron con la mutilación.
"Lo que hicimos fue reducir la agresión de la leona para que pueda ser amigable con los visitantes", dijo Mohammed Jumaa (53) propietario del lugar al Daily Mail. Mientras que Fayez al-Haddad, el veterinario que operó a Falestine, agregó: "Las garras se cortaron para que no crecieran rápido y los visitantes y los niños pudieran jugar con ella".
Al conocerse la noticia, Four Paws, una organización que defiende el tratamiento ético de los animales con sede en Boston, Massachusetts, denunció la situación, alegando que el procedimiento fue agonizante para la leona.