Foto: Piñera, su mujer, sus hijos y nietos, fueron al camarín de McCartney y pidió sacarse una foto con el ex Beatle antes de comenzar su show
Por Mario López M.
Duro fue el recibimiento para el jefe de Estado en el Estadio Nacional de parte de los cerca de 51 mil asistentes al espectáculo.
Pero no fue el único momento incómodo para Piñera, pues más fuerte se hicieron sentir las pifias, abucheos e insultos en su contra en el concierto de Paul McCartney, al momento de ser nombrado por el músico, quien quedó desconcertado al ver la reacción del público al momento de nombrar al "Presidente".
Desde su ingreso a la zona preferencial ubicada en la cancha del mayor recinto deportivo del país, el Mandatario debió escuchar abucheos e insultos, además de ver gestos que desaprobaban su presencia en el evento musical.
Al inicio del show, el propio McCartney saludó al mandatario antes de interpretar Queenie Eye. El músico dijo que "esta noche tenemos un invitado muy especial", luego de interpretar un segmento con Blackbird y Here Today.
Lo que no se imaginó el ex integrante de The Beatles fue la tremenda pifiadera que dio el público a Piñera, algo muy diferente a los sentidos aplausos que recibió el artista durante el espectáculo.
Ante la incomodidad del momento, por los gritos y abucheos en contra de Sebastián Piñera, McCartney dijo mirando a sus músicos "veamos como arreglamos esto" y decidió apurar los acordes de su canción Queenie Eye.
Hace solo unos días el mandatario había confirmado que iría al concierto del ex The Beatles y había invitado a todos sus ministros a primera fila del show. Datos de la propia organizadora del show, señalaban que Piñera debería haber desembolsado más de 13 millones de pesos por esas entradas. Otros hablan que no se pagó y recibieron invitaciones de la ministra del Deporte que administra el Estadio Nacional.
"Siempre voy a repudiar que se insulte a un Presidente de la República, por mil diferencias que tengamos con él y su conducción del país", dijo al respecto el diputado Matías Walker, agregando luego: "En general se ha ido perdiendo el respeto, que es un valor que nosotros debemos promover. Sobre las pifias, ojalá esas mismas personas fueran a votar, nada más".
Un sólo dato deja esta tremenda rechifla: La encuesta gobiernista Cadem debe estar equivocada. Le da casi 40 por ciento de aprobación al mandatario.