Por Mario López M.
Nuevamente Sebastián Piñera saca su naturalidad a relucir, a pesar del escándalo de sus asesores que intentan convencer al país que ahora está ma´s "maduro" y se ha convertido en un "estadista".
No hace mucho enseñó cómo robar una bicicleta de una empresa que la pon´pia a disposición de la gente, incluso cuando se le reparó que no podría conducirla, replicó que entonces la desarmaba y vendía por piezas.
Hace pocos días fue increpado por un Presidente de la República que le llamó la atención por haber tratado de "perro" al presidente del BID.
Al llegar a nuestro país no encontró nada más chistoso que humillar en presencia de todos a la Intendenta de Santiago, Karla Rubilar, cortándole un mechón de pelo en plena inauguración de una obra.
Hoy Sebastián Piñera volvió a salirse de libreto.
Esta vez en una actividad en la región del Maule, donde el Presidente recorría una feria libre. Allí tras dialogar con varios de los comerciantes, se acercó a un puesto de paltas, entonces el Mandatario tras un breve diálogo con el feriante y, de un momento a otro, le roba su gorro a modo de “represalia”.
“Eso es por engañar al Presidente”, dijo Piñera antes de devolver la prenda al sorprendido locatario.
El abogado Luis Mariano Rendón tuiteó al respecto: "Un día va a pillar a alguien atravesado y le van a poner su buen combo en todo lo que es jeta, por chistoso".