Con insólita trifulca por un penal en la que participó Alexis Sánchez, Udinese ganó 1-0. Jugador se adueñó de la pelota, hizo el gol, nadie lo felicitó y entrenador lo reemplazó
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Alexis Sánchez volvió a ser titular y jugó 65 minutos en la victoria 1-0 de Udinese sobre Lecce por la jornada 26 de la Serie A, partido que terminó con el chileno como protagonista más por su rol conciliador que por sus acciones dentro de la cancha, principalmente por el quiebre que se generó entre Lorenzo Lucca y sus compañeros.
El partido fue de trámite áspero, con pocas acciones en los arcos y estuvo marcado por un penal a favor de los de Friuli en los 30 minutos. El designado de ejecutar el lanzamiento era el francés Florian Thauvin, pero Lucca se hizo del balón y no lo entregó, pese a la molestia que provocó su decisión: hubo empujones, gritos e insultos de sus propios compañeros, pero ahí apareció Alexis, para separarlos y llevar algo de calma.
Lucca no quiso ceder la pelota, ejecutó el penal y anotó el tanto de la victoria y pasó lo que muchos temían: lo festejó solo. Y por si fuera poco, a los tres minutos de marcar, el técnico Kosta Runjaić decidió reemplazarlo.
En el complemento, Sánchez dejó el terreno de juego a los 65 minutos, y su elenco resistió la ventaja, para llevarse tres puntos como visitante, en un triunfo que será recordado por la insólita tensión que provocó entre compañeros el ejecutar un penal.