Un haz de luz emergió en las huestes de Ferrari tras la pole lograda por Charles Leclerc en el GP de Azerbaiyán. La Scuderia venía apaleada tras las tres primeras competencias de la temporada, en la que apenas sumó 26 puntos en la Copa de Constructores con la sumatoria de sus dos pilotos. Y de la dupla, justamente el monegasco fue el que peor la pasó, con tan solo seis unidades, contra las 20 de su compañero Carlos Sainz. El rendimiento de la SF-23 en las tres citas pasadas estuvo a un mundo de distancia de pelear con los Red Bull y su nivel hasta estuvo por debajo de Aston Martin y Mercedes. Pero el rumbo pareció encausarse en el trazado urbano de Bakú.
“Ha pasado casi un mes desde el último Gran Premio y en las últimas semanas hemos estado trabajando duro en Maranello en el desarrollo del auto”, anticipó Frédéric Vasseur, director de Ferrari, en la previa. Los pilotos fueron parte de ese trabajo con horas de simulador para testear los nuevos elementos y, al menos en clasificación, quedó claro que la tarea rindió frutos. Aunque los tifosi no terminan de ilusionarse porque el gran Talón de Aquiles de la SF-23 es el ritmo de carrera. La degradación que el monoplaza produce sobre los neumáticos se presentó como el principal punto a mejorar para luchar por los triunfos.
“Llegamos al fin de semana pensando que estar delante de Mercedes y Aston Martin hubiera sido un buen fin de semana… ¡Y al final estamos en la pole!, dijo Leclerc. El ex Alfa Romeo rápidamente recordó que la carrera será otra cosa en la batalla contra los autos de la escudería de las bebidas energizantes. “No hay que olvidar que nuestro ritmo de carrera está un poco por detrás del Red Bull, pero es un fin de semana muy difícil para todos los pilotos porque hay muy poco tiempo para practicar y estoy muy contento”.
Lo del fin de semana difícil apunta a que en Azerbaiyán se disputará el primero de los seis sprint anotados en el ejercicio 2023. Pero llegó con una novedad: habrá una clasificación especial (llamada shootout sprint) para la carrera corta (tiene un tercio del recorrido habitual de las competencias). Así, la tanda de ensayos que abrió el fin de semana fue el único momento para probar el auto libremente, y para colmo duró poco porque el incendio del Alpine de Pierre Gasly frenó el trabajo con bandera roja. Este sábado se disputará el shootout y el sprint.
Por su parte, Verstappen se mostró conforme con el segundo lugar que tendrá en la parrilla de partida del domingo: “Siempre es difícil acá lograr una vuelta buena. Mi último intento no lo fue. No es fácil hacer todo perfecto, pero estoy segundo y sé que tengo un muy buen auto de carrera. Tengo que pasar un solo auto”, analizó. La tranquilidad del neerlandés tal vez se apoye en las estadísticas. De las seis visitas que la Fórmula 1 realizó a las calles de Bakú (una, bajo la nomenclatura de GP de Europa), apenas dos veces el vencedor largó desde la posición de privilegio: Nico Rosberg, en 2016, y Valtteri Bottas, en 2019. Leclerc picó desde la pole en 2021 y 2022 y nunca venció. Es más, en 2022 el ganador fue… Max.
Detrás de los que pelean la punta, muy atrás, quedaron los Aston Martin. Fernando Alonso, quien viene de enhebrar tres podios en fila, apenas fue sexto a ¡1s050! Claro, hay un motivo: el español sufrió inconvenientes con el DRS de su auto y no pudo exprimir la velocidad punta. Mercedes no anduvo mucho mejor, con George Russell afuera en la Q2 y con Lewis Hamilton en el quinto lugar, a 974 milésimas.
Así pasó la clasificación de Bakú, que tuvo un comienzo accidentado, con los golpes de Nyck de Vries (Alpha Tauri) y Pierre Gasly (Alpine), que obligaron a parar con bandera roja la Q1 y partirán desde el fondo. Del otro lado de la tabla que encabezará Leclerc y su renacida Ferrari.