El pitazo final en el Allianz Arena de Munich desató la euforia en los integrantes del PSG, que celebraron por todo lo alto la primera Champions de la historia del club parisino. Y, en mitad de la euforia, las cámaras enfocaban a su entrenador, el español Luis Enrique, que se abrazaba a sus jugadores y aplaudía a los aficionados. Entonces, el técnico asturiano recibió una camiseta que quiso vestir durante todos los actos como nuevo campeón de Europa.
En la camiseta representaba un dibujo en la que dos figuras clavaban una bandera del PSG. Una imagen que iba dirigida a Xana, su hija que falleció en 2019 a los nueve años tras una grave enfermedad. En la grada, esa imagen se repitió, ya que la afición del equipo parisino también quiso representar ese momento en honor al técnico asturiano y al recuerdo de su hija.
En la previa del choque, el entrenador fue preguntado sobre el mejor recuerdo en la Champions y el asturiano respondió sin dudarlo. “Fue en la Champions de Berlín, una foto increíble que tengo con mi hija tras ganar con el Barcelona, en la que clavó una bandera del Barça en el césped. Ojalá pueda hacer lo mismo con el PSG. Mi hija no estará físicamente, pero sí espiritualmente", explicó el entrenador.
Xana, la hija menor de Luis Enrique, murió el 29 de agosto de 2019 a los 9 años por un osteosarcoma, un cáncer óseo infantil poco frecuente y muy agresivo
De ahí que tras confirmarse el título, Luis Enrique quisiera vestir la camiseta en recuerdo de Xana. Y en la grada del PSG también se quisiera tener un recuerdo ante este difícil episodio en la vida familiar del entrenador que les ha llevado a la gloria.