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Conmoción en China: desapareció la primera médica que alertó sobre el coronavirus

Ai Fen, jefa de Emergencias del Hospital Central de la ciudad, reveló hace dos semanas en una entrevista que las autoridades habían impedido que ella y sus colegas advirtieran sobre el covid-19 y que la habían sancionado severamente

Después de ver a varios pacientes con síntomas similares a la gripe y resistentes a los métodos de tratamiento habituales, Ai Fen recibió los resultados de laboratorio de un caso, que contenía las palabras: "coronavirus Sars". Tras leer el informe varias veces, Ai Fen explica que le entraron sudores fríos.

Marcó con un círculo las palabras Sars, hizo una foto y se la envió a un excompañero de la facultad de medicina, ahora médico de otro hospital en Wuhan. Esa misma noche la foto se extendió por todos los círculos médicos en Wuhan, convirtiéndose en la primera evidencia del brote.

La noticia llegó también a Li Wenliang, el médico que murió en febrero infectado por coronavirus, tras haber denunciado también la enfermedad a las autoridades. Según su relato, la policia le había recomendado que "dejara de esparcir el pánico" y se "dedicara a hacer su trabajo". 

También esa noche, Ai Fen recibió un mensaje de su hospital que decía que la información sobre esta misteriosa enfermedad no debía divulgarse arbitrariamente para evitar el pánico. Dos días después, dijo en la entrevista, fue convocada por el jefe del comité de inspección disciplinaria del hospital y reprendida por "difundir rumores" y "dañar la estabilidad".

El personal sanitario tenía prohibido transmitir mensajes o imágenes relacionadas con el virus. Todo lo que Ai Fen pudo hacer entonces fue pedirle a su personal que usara ropa protectora y máscarillas, incluso cuando las autoridades del hospital les dijeron que no lo hicieran. Ella siguió recomendando a su departamento que usara chaquetas protectoras debajo de sus batas de médico.

"Vimos a más y más pacientes entrar a medida que el radio de propagación de la infección aumentó", explicó. "Sabía que debía haber transmisión entre humanos".


El 21 de enero, el día después de que las autoridades chinas confirmaran la transmisión del virus de persona a persona, el número de residentes enfermos que acudieron a la sala de emergencias ya había alcanzado los 1.523 en un día, tres veces el volumen normal.

Al principio del brote, los funcionarios de seguridad pública en Wuhan dijeron que ocho personas habían sido castigadas por "difundir rumores".Ahora, cuando la pandemia avanza de manera incontrolable por todo el mundo, una de las que primero intentó alertar de la gravedad de la situación, ha desaparecido sin dejar rastro.