Como una forma de paliar la grave crisis financiera del sistema carcelario estatal, la prisión de Jackson County en el norte de Florida, anunció una serie de medidas económicas, entre las que se incluye cobrar a cada interno por las comidas que se le proporcionan.
Es así como desde este 1 de octubre, los presos de este penal deberán cancelar 2.7 dólares por almuerzo y cena, algo así como 1.800 pesos chilenos.
Según indicó el alcaide, Mark Foreman, el dinero también servirá para instituir un bono de riesgo de 150 dólares (100 mil pesos chilenos) para los 41 guardias y 8 asistentes que trabajan al interior de la institución, explicando que resulta cada vez más difícil contratar y retener a estos empleados.
Según explica el periódico local Floridan, cada interno posee una cuenta donde recibe pagos por labores desarrolladas en la cárcel, así como el dinero que depositan sus familiares. Las comidas se deducirán de este total, de acuerdo a la información publicada por Radio Bío Bío.