Tres personas han muerto en Bolivia a causa del arenavirus, un extraño virus que se transmite a través de roedores.
Dos de la víctimas fatales eran doctores que se contagiaron tratando la enfermedad, mientras que otro médico contagiado continúa con terapia intensiva.
La primera víctima fue un agricultor que murió a fines de mayo en las zonas subtropical de Caranavi, mientras que la segunda fue la internista Ximena Cuella que intentaba salvar al agricultor. También fue contagiado el doctor Gustavo Vidales, quien estaba tratando a la internista.
El virus se transmite a través de los deshechos de ratones selváticos y produce fiebre hemorrágica con dolores en todo el cuerpo, que finalmente lleva a una falla multiorgánica.
"Esta transmisión ha sido interhumana, fundamentalmente creemos por contacto con fluidos, especialmente sangre", explicó la ministra de Salud, Grabriela Montaño.
El colegio Médico de Bolivia exigió declarar alerta sanitaria. Sin embargo, Montaño aseguró que la situación no amerita la alerta y que se han tomado las medidas necesarias.
Debido a está situación, la organización exigió la renuncia de la ministra y convocó a un paro de 24 horas para este viernes.
¿Existe posibilidades de que este virus puede llegar a Chile? La respuesta es sí, aunque es muy poco probable, dicen los especialistas.
Pablo González, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica e investigador asociado del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) explica este virus se puede transmitir entre personas, por lo tanto, “alguien que se haya estado en contacto con el virus y lo esté incubando, podría salir de Bolivia, llegar a otro país, enfermar y contagiar a otra persona”.
Sin embargo, aclara el especialista, este tipo de virus se mantienen en su reservorio que en este caso es un tipo específico de ratón y rara vez afecta al humano, por lo que en general, están bastante aislados. “Son las personas las que ingresan al hábitat en los que están los roedores en el que vive el virus”, señala González a La Tercera.
Según explica Vial, desde el punto de vista humano, se trata de una zoonosis. “Cada arenavirus tiene una especie de roedor que hace de reservorio de la naturaleza y entre ellos mantienen una relación bien específica”, razón por la que un tipo de arenavirus no usa de reservorio a otra especie de roedor aunque compartan el mismo espacio y no es frecuente que se transmita de persona a persona.
“Esta infecciones, siguen la distribución geográfica del roedor. En general, afecta a regiones geográficas bien específicas donde está el hábitat de ese roedor y no se disemina a otras regiones”, dice Vial. En esta lógica, es muy difícil que el virus pueda salir de la zona subtropical boliviana en la que está porque habita en un roedor que es endémico.
“Este virus en particular, por las características que hemos visto, pareciera tener el potencial de transmisión persona a persona, por lo que si llega al país una persona contagiada y enferma, podría contagiar a otras personas, pero es muy poco probable”, dice el infectólogo.