La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos afirmó que los bombardeos de Israel en Gaza podrían constituir crímenes contra la humanidad al implicar “ataques sistemáticos contra la población civil”, según un informe publicado este miércoles que analiza seis de estos ataques en el conflicto.
El estudio se centra en los detalles de media docena de bombardeos perpetrados entre el 9 de octubre y el 2 de diciembre de 2023 contra edificios residenciales, campos de refugiados, una escuela y un mercado, en los que se verificaron al menos 218 muertes.
Los ataques, en los que se emplearon bombas GBU-31, GBU-32 y GBU-39, causaron un alto número de víctimas civiles y una enorme destrucción de objetos no militares, “planteando serias dudas sobre la aplicación de las leyes de la guerra en cuanto a respeto de los principios de distinción, proporcionalidad y precaución”.
De acuerdo con el jefe de la oficina de la ONU, el alto comisionado Volker Türk, la norma de reducir al mínimo el daño a civiles en acciones bélicas “parece haber sido consistentemente violada en la campaña de bombardeos de Israel“.
Su oficina recuerda al publicar el informe que la campaña de bombardeos ha ido acompañada de declaraciones por parte de responsables de las fuerzas israelíes que reconocieron que su principal objetivo era causar el máximo daño.
También se subraya que oficiales de las fuerzas de defensa israelíes llegaron a calificar como “bestias humanas” a todos los residentes de Gaza.
El informe indica que las bombas utilizadas en los bombardeos estudiados tienen capacidad para penetrar en varias plantas de un edificio de hormigón y conseguir que este se derrumbe.
“Dada la densa población de las áreas contra las que se dirigieron estos explosivos, el uso de ellos, con unos efectos tan amplios en extensas zonas, es probablemente un ataque indiscriminado“, prohibido por las leyes internacionales, defiende el estudio.
También se denuncia que en cinco de los ataques no se emitió una alerta previa, lo que aumenta la convicción de que no se respetó el principio de precaución.