La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció que el Estado trasandino pidió ser querellante en la causa penal que investiga los incidentes que tuvieron lugar durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile por la vuelta de octavos de final de la Copa Sudamericana.
En conferencia de prensa, y acompañada del ministro del Interior chileno, Álvaro Elizalde, la funcionaria justificó la solicitud: "No puede la Argentina estar dando vueltas en el mundo por la imagen del destrozo que tuvo lugar ayer en un partido de Copa Sudamericana. Nos vamos a meter en la causa".
Y afirmó: "Queremos que los culpables paguen, sean argentinos o chilenos. Como digo siempre: el que las hace, las paga".
Para la ministra, las fuerzas de seguridad tendrían que haber actuado para impedir lo que calificó como "un espectáculo deplorable y violento".
"Ni bien se tiró la primera piedra, se tendría que haber actuado para evitar lo que sucedió después. Las decisiones tienen que ser rápidas y concretas", dijo. E insistió: "No puede haber inacción policial. Si uno lleva a 800 policías a una cancha es para que actúen, no para que miren lo que está sucediendo. Eso es algo que le reclamamos a los estados provinciales que tienen la responsabilidad de la seguridad pública y concreta en las 23 provincias y en la ciudad autónoma de Buenos Aires".
Durante el uso de la palabra, también responsabilizó a la Conmebol, que lidera Alejandro Domínguez, por los disturbios: "No se sabía si se iba a suspender el partido o no. El árbitro (Gustavo Tejera) es parte del problema. Debía haber resuelto con rapidez y eficiencia. No se hizo. Es algo que no puede volver a pasar".
Se mostró además sorprendida por que los detenidos sean únicamente simpatizantes del cuadro chileno y advirtió: "Se están llevando adelante tareas de identificación de la barra brava de Independiente, que fueron parte también del espectáculo violento que tuvo lugar al final de la jornada de ayer en Avellaneda".