Oh I'm just counting

Muere la escritora Toni Morrison, primera afroamericana en ganar el Nobel de Literatura

En Syracuse, una ciudad al Norte del Estado de Nueva York, recién divorciada y madre de dos, durante el día Toni Morrison trabajaba como editora de libros de textos para Random House.
 
Era mediados de la década de 1960, y por la noche, con los niños acostados, solitaria y aburrida en una ciudad de provincias de inviernos gélidos, escribía su primera novela.
 
Durante cinco años esculpió "Ojos azules", un tiempo durante el que Random House le ofreció otro puesto editorial en la ciudad de Nueva York, en el que se afanó por sacar a la luz autores, como ella, negros: Angela Davis, Henry Dumas o Muhammad Ali. "Me fijé mucho en la ficción negra porque quería participar en el desarrollo de un canon de la obra negra", diría años después.
 
Mientras tanto, escondió su propia creación en secreto de sus compañeros y de su editorial. Escribir era "algo privado", dijo en una entrevista a "Paris Review" en 1993 sobre aquellos años. "Quería que fuera algo mío". Porque una vez que lo dices, otra gente empieza a participar de ello.
 
La decisión de romper su cascarón literario fue el comienzo de una de las carreras decisivas en la literatura estadounidense del siglo XX. Morrison murió el lunes por la noche en su casa de Nueva York, reconocida como columna central de ese canon que buscó formar, la gran voz literaria de la América negra, el registro de la experiencia afroamericana, con la sombra duradera de la esclavitud y de las tensiones raciales y la luz de su cultura, tradiciones y lenguaje.

Morrison tenía 88 años y falleció en su casa de Grand View-on-Hudson, un coqueto suburbio neoyorquino a las orillas del río Hudson. Las complicaciones derivadas de una neumonía fueron la causa.