El famoso cocinero José Andrés, en una portada del Time por su labor humanitaria, dijo que el ataque israelí, que acabó con la vida de siete de cooperantes que distribuían alimentos en Gaza, fue "sistemático, coche por coche".
En una entrevista en vídeo, Andrés afirmó que el grupo benéfico World Central Kitchen (WCK), que él fundó, mantenía una clara comunicación con el ejército israelí, que, según el chef, conocía los movimientos de sus cooperantes.
No se trató de una "situación de mala suerte en la que, 'ups', lanzamos la bomba en el lugar equivocado", dijo Andrés.
"Esto fue en un tramo de 1,5, a 1,8 kilómetros, con un convoy humanitario muy definido que tenía carteles en la parte superior, en el techo, un logotipo muy colorido del que obviamente estamos muy orgullosos", dijo. Está "muy claro quiénes somos y qué hacemos".
Andrés dijo que las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por su sigla en inglés) estaban al tanto de la ubicación del convoy, y pidió una investigación del incidente por parte del Gobierno estadounidense y del país de origen de cada uno de los cooperantes asesinados.
"Nos estaban atacando en una zona de no conflictiva, en una zona controlada por las IDF. Sabían que eran nuestros equipos los que circulaban por esa carretera (...) con tres coches", dijo.
Los cooperantes murieron cuando su comitiva fue alcanzada poco después de que supervisaran la descarga de 100 toneladas de alimentos llevados a Gaza por mar. El ejército israelí expresó su "profunda tristeza" por el incidente y el primer ministro Netanyahu lo calificó de involuntario.
Andrés dijo que podría haber habido más de tres ataques contra el convoy de ayuda. Además, rechazó las afirmaciones israelíes y estadounidenses de que el ataque no fue deliberado.
"Inicialmente, diría categóricamente que no", dijo Andrés cuando se le preguntó si aceptaba esa explicación.
"Aunque no estuviéramos en coordinación con las Fuerzas de Defensa de Israel, ningún país democrático y ningún ejército pueden atacar a civiles y trabajadores humanitarios", añadió.
Al ser consultado por las declaraciones de Andrés, un portavoz militar israelí se remitió a comentarios anteriores del jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, en los que calificó el incidente como un grave error y dijo que el ataque "no se llevó a cabo con la intención de dañar a los trabajadores humanitarios de la WCK".
Andrés dijo que él personalmente debía estar allí con su equipo, pero que no pudo regresar a Gaza en ese momento.
Luego de hablar con el presidente Biden el martes, cuestionó las medidas de su administración de suministrar ayuda en Gaza al mismo tiempo que suministra armas a Israel. Agregó que cree que Washington tiene que esforzarse en detener la guerra.
"Estados Unidos debe hacer más para decirle al primer ministro Netanyahu que esta guerra tiene que terminar ya", dijo.
"Es muy complicado de entender (...) Estados Unidos enviará a su Armada y a su ejército para realizar labores humanitarias, pero al mismo tiempo armas proporcionadas por Estados Unidos (...) están matando a civiles", afirmó.
El chef también se preguntó en voz alta cómo Netanyahu podía librar una guerra para salvar a rehenes israelíes "cuando pueden estar muriendo bajo los escombros de las mismas armas" que Israel utilizó contra los palestinos.
Coche por coche
Andrés dijo que su organización seguía estudiando la situación de seguridad en Gaza mientras considera la posibilidad de reanudar las entregas de ayuda.
Ciudadanos australianos, británicos y estadounidenses se encontraban entre los siete trabajadores humanitarios de World Central Kitchen asesinados cuando salía de su depósito de Deir al-Balah.
Al menos 196 trabajadores humanitarios han muerto en Gaza desde octubre, según Naciones Unidas, y Hamás ha acusado antes a Israel de atacar los lugares de distribución de ayuda.
Andrés describió cómo se enteró del ataque, diciendo que primero su grupo perdió el contacto con su equipo en Gaza, y no se dio cuenta de lo ocurrido hasta ver las imágenes de los cadáveres.
Dijo que después de que las IDF atacaron el primer vehículo blindado, el equipo pudo escapar y trasladarse a un segundo vehículo que fue atacado a continuación, lo que les obligó a trasladarse al tercer vehículo.
Los cooperantes intentaron comunicarse para dejar claro quiénes eran, dijo, y añadió que las IDF sabían que estaban en la zona que controlaban.
Entonces atacaron el tercer coche, "y vimos las consecuencias".
World Central Kitchen comenzó el mes pasado a trasladar ayuda alimentaria a la población hambrienta del norte de Gaza a través de un corredor marítimo desde Chipre, en colaboración con la organización benéfica española Open Arms. El grupo se coordinó estrechamente con el ejército de Israel, las naciones árabes y otras entidades, había dicho Andrés antes.
Biden se declaró "indignado y desconsolado" por las muertes. Estados Unidos se sumó a la afirmación de Netanyahu de que los ataques no fueron deliberados.
Fundada por Andrés, de 54 años, en 2010 tras el terremoto de Haití, World Central Kitchen ha tratado de sortear los trámites burocráticos en todo el mundo para enviar ayuda urgente a las zonas afectadas por catástrofes, incluida Ucrania tras la invasión rusa.
Andrés condenó la guerra en su conjunto.
"Esta parece una guerra contra la propia humanidad. Y nunca se puede ganar esa guerra. Porque al final, la humanidad siempre prevalecerá", afirmó.