Organismos de defensa de los derechos humanos mostraron hoy su satisfacción por el nombramiento de la ex presidenta Michelle Bachelet como comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y confiaron en que seguirá la senda de su antecesor y criticará abiertamente los abusos.
“Zeid (Ra’ad al Hussein, el actual comisionado) mostró mucha determinación y coraje y fue un portavoz para las víctimas, los supervivientes y los defensores. Dado el bagaje de Bachelet y su trayectoria de defensa de los derechos humanos, creemos que ella también podrá ser ese portavoz”, dijo a Efe la directora ejecutiva de Human Rights Watch (HRW) en Ginebra, Laila Matar.
“Los sobrevivientes, las víctimas y los defensores de derechos humanos confían en que la nueva comisionada use toda su influencia y su poder para influir y criticar sin dejarse amedrentar por cualquier presión o interferencia política”, agregó Matar.
Ramón Muñoz, director de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH), que agrupa a decenas de entidades de defensa de las libertades fundamentales en América Latina, destacó que el hecho de que Bachelet haya sido dos veces presidenta es muy positivo, porque sabrá lidiar con las presiones políticas a las que será sometida.
“Hay que tener esperanza con su nominación. El hecho de que haya sido jefa de Estado significa que tiene mucha experiencia en lidiar con presiones, con interferencias. Seguramente cambiará el tono respeto a Zeid, pero esperamos que no cambie de actitud porque ahora más que nunca hay que mantenerse fuerte en un momento donde el populismo y la xenofobia están en alza”, afirmó Muñoz.
Para Amnistía Internacional (AI), “el nombramiento de Michelle Bachelet llega en un momento muy tumultuoso para la comunidad de derechos humanos”.
“En un momento en que celebramos el 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, las libertades que ésta establece están bajo continua amenaza en el mundo”, afirmó Isha Dyfan, de AI.
“El aumento del autoritarismo está socavando los estándares de derechos humanos (…). Se necesitará una líder fuerte, que diga claramente la verdad al poder y que esté dispuesta a movilizar voluntad política para defender los derechos en este ambiente”, agregó Dyfan.
“Lo que esperamos es que hable alto y claro”, puntualizó Muñoz, quien aplaudió el hecho de que Bachelet sea latinoamericana.
“Abre una esperanza para América Latina -opinó- porque hay situaciones de crisis institucionales en la región, como en Nicaragua y Venezuela, pero también muchos otros lugares donde se cometen muchos abusos”.
Los organismos defensores de los derechos humanos coincidieron en que la tarea de Bachelet no va a ser nada fácil dadas las inmensas presiones a las que estará sometida, pero confiaron en su capacidad de superación, habiendo sido ella misma una víctima.
La ONU anunció ayer que Bachelet había sido elegida por el secretario general de la ONU, António Guterres, como nueva representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos, un cargo al que accederá en septiembre y una vez haya sido ratificada mañana por la Asamblea General de las Naciones Unidas.