Un giro en una entidad financiera con vínculos globales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) modificó su discurso ortodoxo al pedir a los gobiernos que sumen impuestos para los más ricos. La recomendación busca que los estados amplíen su recaudación y ayuden a los sectores más afectados por la crisis que deja la pandemia.
El director del área de finanzas públicas del FMI, Vitor Gaspar, expresó que los países “deben tomar medidas para mejorar el cumplimiento tributario”. El experto agregó que se requiere “la aplicación de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más rentables”.
Para el funcionario “los ingresos resultantes contribuirían a pagar servicios críticos, como las redes de salud y de protección social“. En el corto plazo el FMI espera que los países no dejen caer “demasiado pronto” las medidas de apoyo a los más carenciados. Por eso aclaran que el déficit “no es el mayor riesgo ahora”.
La directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, recalcó que retirar “los apoyos de manera prematura: podría provocar una ola de quiebras y un gran aumento del desempleo”. La titular comentó que los gobiernos deben “adaptar el sistema fiscal para adaptarlo al mundo del siglo XXI y hacerlo más equitativo”.
El FMI alertó que la crisis del Covid-19 puede traer el “riesgo de una generación perdida” en los países de bajos ingresos. En esas naciones viven 1.500 millones de personas, lo que corresponde a la quinta parte de la población mundial. Su mayor dificultad es que su producto interno bruto es apenas el 4% del total.
El País informa que África e India son casos paradigmáticos en medio de la emergencia sanitaria. Según Georgieva, el continente “está contrayéndose con fuerza y, en 2021, en lugar de crecer más rápido que el resto del mundo, va a hacerlo más lento”. El país asiático pasó a verse inmerso en una caída del PIB con doble dígito