La impresión generalizada que se extendió por la sala de prensa y el spin room habilitado por la CNN en Atlanta para un millar de periodistas se confirmó con las encuestas: Trump arrasó en el debate. La pregunta clave de quién ganó el debate, condicionada siempre algo por la ideología del que responde, dio al expresidente Donald Trump como ganador por amplia mayoría del primer debate presidencial para las elecciones de 2024, según un sondeo organizado por la propia cadena.
De acuerdo con ese sondeo de urgencia realizado por la CNN, el 67% de los televidentes opina que Trump ganó el debate, frente a un 33% que considera que lo hizo Biden. Dos tercios frente a un tercio, una diferencia de 34 puntos. La cadena hizo sondeos similares en los dos debates entre ambos candidatos en 2020. En el primero ganó Biden por goleada, un 60% frente a un 28%, mientras que en el segundo se impuso por algo menos de margen, un 53% frente a un 39%.
Lo que quizá es más preocupante para Biden es que ese mismo sondeo relámpago realizado por la CNN muestra que antes del debate había un 37% de los encuestados que tenían una opinión favorable del actual presidente, mientras que después del debate, ese porcentaje ha pasado al 31%. En cambio, Trump gana tres puntos de aprobación, hasta el 43%.
A la pregunta de quién ha hecho frente a las preocupaciones sobre cómo gestionará la presidencia, un 48% se decanta por Trump, un 23% por Biden y un 22% por ninguno de los dos. En cuanto a si el debate afectará a la intención de voto, un 5% señala que ha cambiado de opinión, un 14% que lo está reconsiderando y un 81% sigue fiel a sus ideas. En unas elecciones que se presentan reñidas, un pequeño movimiento a favor de uno u otro candidato, especialmente en los Estados decisivos, puede decidir la presidencia.
Y la encuesta se cierra con una pregunta sobre a quién piensan votar los encuestados. En este sondeo exprés, un 48% asegura que solo se plantea votar a Trump, un 40% solo a Biden, un 2% duda entre los dos y un 11% no piensa votar ni al republicano ni al demócrata.
Biden sufrió durante todo el debate.
Con la voz tomada, al parecer por un resfriado, con titubeos y frases sin terminar, confirmó los peores temores de los demócratas, que se le perciba a sus 81 años como demasiado mayor para asumir un nuevo mandato como presidente. Trump, mientras, lanzó mentiras y bulos una y otra vez, pero pareció mucho más enérgico y en forma, pese a que tiene 78 años.
Nunca se había celebrado un debate entre dos candidatos de edad tan avanzada y tampoco lo había habido nunca entre dos ocupantes sucesivos de la Casa Blanca. Este era también el primer debate organizado exclusivamente por un canal privado, aunque ha compartido su señal con todas las grandes televisiones que la han querido usar.
Tras el debate de este jueves, Biden y Trump tienen este viernes actos de campaña en territorio rival, pero en los que la diferencia no es insalvable. Biden acudirá a Carolina del Norte y Trump, a Virginia, donde estará acompañado por el gobernador, Glenn Youngkin, el último en surgir en las quinielas como posible candidato republicano a vicepresidente. Este jueves estaban en Atlanta los tres que más han sonado en las quinielas, los senadores J. D. Vance y Marco Rubio y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum. Este último, señalaba en un corrillo con periodistas que los republicanos tienen un gran banquillo y muchas opciones para elegir un candidato que acompañe a Trump. Al tiempo, lanzaba un dardo a los demócratas: les recomendaba que se encerrasen “en el vestuario en el intermedio” y se planteasen hacer un cambio de candidato.