La histórica avalancha de migrantes que llegan a la frontera sur de EE.UU. ha obligado a las autoridades estadounidenses a enviar a muchos agentes fronterizos a encargarse de asuntos de los solicitantes de asilos.
Como consecuencia de eso, en tres importantes puertos de entrada se ha frenado el tráfico comercial, provocando tacos que se extienden por muchas horas.