La ciudad china de Shanghái, con sus más de 23 millones de habitantes, está sumida en una prolongada ola de calor con temperaturas que superan los 35 grados centígrados. Muchos vecinos de la megapolis no soportan el calor que hace en el interior de sus casas y además tienen miedo a las facturas de electricidad si abusan del aire acondicionado, por lo que están pasando las últimas noches en plena calle para intentar dormir.