Para combatir el narcotráfico, las Fuerzas Armadas de México quemaron el pasado 6 de febrero una plantación ilegal de amapolas reales, cuyos extractos químicos pueden ser utilizados para la elaboración de drogas opioides, incluida la heroína.
Mientras tanto, un informe presentado por la ONU el pasado mes de noviembre advierte que el área de cultivo de la amapola en México se ha incrementado más de un 20 % durante 2018.