El centro de la ciudad iraní de Yazd, ubicada en un desierto, se vio sumergida en una penumbra amarilla tras ser azotada por una fuerte tormenta de arena.
El viento arrastró toneladas de arena a velocidades de hasta 102 kilómetros por hora a través de esta ciudad de más de cinco mil años de antigüedad.
La agencia ISNA informa que diez personas resultaron heridas pero no se produjeron grandes daños materiales.