Las calles de Puerto Príncipe, la capital de Haití, se han sumido en el caos mientras miles de personas denuncian la galopante inflación y la devaluación descontrolada de la moneda nacional.
Los manifestantes exigen, además, la dimisión del presidente, Jovenel Moïse, a quien acusan de corrupción. Mientras los uniformados reprimen a los violentos y arrestan a los saqueadores, hay quienes aprovechan para sacarse selfis e incluso hacer malabares frente a las barricadas de basura prendida fuego.