La automotriz, acusada de elaborar listas negras de sus trabajadores para el régimen, "fue irrestrictamente leal al gobierno militar y compartió sus objetivos económicos y de política interna", según concluyó la investigación que fue presentada en la propia fábrica de la firma cercana a San Pablo
Volkswagen presentó un informe en el que admitió su "lealtad" y "colaboración" con la dictadura brasileña