Por Teresa Frías K.
Los “cómplices pasivos” de la dictadura chilena sin duda se han convertido en parte de la costra de la herida que no permite sanar a quienes fueron parte del horror vivido en nuestro país por 17 años. Personas que por conveniencia o derechamente por adhesión formaron parte de aquel negro episodio de la historia nacional aún no cuentan qué pasó realmente con miles de compatriotas, que fueron perseguidos, torturados y que en varios casos terminaron muertos.
Una piedra en el zapato que sin duda comienza a revelarse poco a poco, en que comienzan a aparecer nombres de aquellos personajes que en algún momento pasaron desapercibidos, y que hoy ya no forman parte de las sombras.
La denuncia hecha por el semanario Cambio21 sobre las actividades como agente de la CNI de Antonio Guillermo Parvex, autor del best seller “Un veterano de tres guerras”, en la foto de portada de esta crónica, sigue generando un fuerte impacto en diferentes sectores profesionales, y en su mayoría las declaraciones son más de “estar sorprendidos” o bien “sabía que algo raro tenía”.
La revelación que lo reveló
Bajo el título “Su pasado lo condena”, la revelación, confirmada por distintas fuentes a las que tuvo acceso el periódico, provocó reacciones de quienes compartieron sus actividades como periodista en el tiempo de la dictadura.
“Los buscamos y conversamos con ellos y las versiones coinciden. Parten por aclararnos que lo conocieron como Antonio Parvex. Ahora se conoce como Guillermo Parvex. Su nombre completo es Antonio Guillermo Parvex Canales. Todos escucharon el rumor que corría sobre su procedencia: la CNI. Porque si sacaban cuentas nunca apareció en las listas de postulantes a la carrera de Periodismo y menos aceptado. Un día llegó y se instaló en lo que fue el Pedagógico en la parte de atrás donde estaba la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile”, dice el texto de la periodista María Cristina Prudant.
Un periodista –agrega la crónica- que lo conoció cuenta que “su rol no era cubrir noticias. Sino que ubicar a todos los periodistas que trabajábamos en el sector policial, quienes eran más peligrosos, quienes eran los opositores. Era un asqueroso”.
Los “cómplices pasivos” de la dictadura chilena sin duda se han convertido en parte de la costra de la herida que no permite sanar a quienes fueron parte del horror vivido en nuestro país por 17 años. Personas que por conveniencia o derechamente por adhesión formaron parte de aquel negro episodio de la historia nacional aún no cuentan qué pasó realmente con miles de compatriotas, que fueron perseguidos, torturados y que en varios casos terminaron muertos.
Una piedra en el zapato que sin duda comienza a revelarse poco a poco, en que comienzan a aparecer nombres de aquellos personajes que en algún momento pasaron desapercibidos, y que hoy ya no forman parte de las sombras.
La denuncia hecha por el semanario Cambio21 sobre las actividades como agente de la CNI de Antonio Guillermo Parvex, autor del best seller “Un veterano de tres guerras”, en la foto de portada de esta crónica, sigue generando un fuerte impacto en diferentes sectores profesionales, y en su mayoría las declaraciones son más de “estar sorprendidos” o bien “sabía que algo raro tenía”.
La revelación que lo reveló
Bajo el título “Su pasado lo condena”, la revelación, confirmada por distintas fuentes a las que tuvo acceso el periódico, provocó reacciones de quienes compartieron sus actividades como periodista en el tiempo de la dictadura.
“Los buscamos y conversamos con ellos y las versiones coinciden. Parten por aclararnos que lo conocieron como Antonio Parvex. Ahora se conoce como Guillermo Parvex. Su nombre completo es Antonio Guillermo Parvex Canales. Todos escucharon el rumor que corría sobre su procedencia: la CNI. Porque si sacaban cuentas nunca apareció en las listas de postulantes a la carrera de Periodismo y menos aceptado. Un día llegó y se instaló en lo que fue el Pedagógico en la parte de atrás donde estaba la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile”, dice el texto de la periodista María Cristina Prudant.
Un periodista –agrega la crónica- que lo conoció cuenta que “su rol no era cubrir noticias. Sino que ubicar a todos los periodistas que trabajábamos en el sector policial, quienes eran más peligrosos, quienes eran los opositores. Era un asqueroso”.
Nadie se sorprende
Frente a esta investigación, quien se sintió entre sorprendido, y no tanto, fue el Premio Nacional de Periodismo Abraham Santibáñez, quien en diálogo con Cambio21, puntualizó que “debería sorprenderme, sin embargo es sabido, y es un hecho que hay muchísima gente que colaboró con la dictadura, y algunos no solo como civíles sino también estuvieron mucho más metidos, porque así son las dictaduras en todo el mundo, y no es raro que haya pasado en Chile”.
A ello, el ex presidente del Colegio de Periodistas, quien por años hizo clases en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, agregó a su relato que “en mi época de reportero, siempre se sintió la idea de que alguien podría estar escuchando lo que uno hablaba por teléfono, a mí nunca me importó, porque nunca estuve metido en algo que pudiese ser un problema, pero si hubo otras personas que tenían intervenciones en los teléfonos, siguiéndolos”.
“A mí en lo personal cuando trabajaba en la revista “Hoy”, más que amenazas, tenía colegas que sufrían de esto, y que se sentían seguidas, que andaba alguien detrás de sus pasos, entonces en ese mundo tan tremendo, tan malvado, a mí no debería extrañarme esta situación”, comentó.
Por último Santibáñez dijo que “todo el tiempo se va a ir sabiendo más, a veces se tarda mucho la verdad, pero finalmente se sabe, sobre todo por los contactos que uno habría tenido. Yo he escuchado varias historias en que aparece gente en el mundo intelectual, cultural, universidades, en que mucha gente le convenía ser parte de la dictadura o bien tenía un sentimiento con el Ejército”.
Por su parte, quien volvió a conversar sobre Parvex, fue el destacado periodista y escritor Benedicto Castillo, quien comentó que “yo como muchos otros colegas de la profesión nos vimos ofendidos por este personaje, como escritor top, básicamente porque nunca se mostró como un profesional talentoso. No lo quiero desmerecer para ser franco, tampoco lo quiero chaquetear, pero nunca pareció un gran narrador, un gran reportero, un tipo que descubriera hechos que estaban ocultos. Evidentemente que él no podría haber cometido ese error, porque como era agente del aparato militar, nunca podría tener extras de algún descubrimiento de la barbaridad del régimen militar”.
“Para mí fue una sorpresa saber que era el mismo, y por otro lado me parece que los temas que él aborda en ese par de libros que tiene, tengo la impresión de que pudiese estar subsidiado por el Ejército. En qué sentido, en que el Ejército le puso a su servicio archivos y antecedentes históricos. Si se fijan en este libro que tiene sobre la inteligencia militar de Chile lo hace editado por la Academia Militar”, puntualizó.
Además Castillo, agregó que “estamos en presencia de un narrador militar, no de un periodista independiente, no un investigador. Me atrevo a decir de la persona que hablamos, no lo podemos identificar de un periodista investigador, sino de una especie de escritor fantasma. Puede ser una interpretación el que estén limpiando su imagen, aunque hay varias interpretaciones. Puede ser porque así se usa cuando presentan estos históricos y son tratados casi de forma unilateral”.
Por último el periodista dijo que “todos tenemos muchas historias personales guardadas, y las tenemos ahí guardadas en el clóset, sabemos cuán difícil es sacar información a quienes saben ciertas cosas que pasaron, que no son capaces de contarlas, de revelarlas. No me refiero a un solo capítulo de la historia chilena, pero cuántas veces hemos escuchado que se acaben los pactos de silencio”.
"Los cómplices pasivos deben pagar"
Frente al tema, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, fue tajante al conocer la historia de Antonio Parvex asegurando que “es una revelación muy importante de lo que hemos hablado todo este tiempo de los cómplices pasivos que han vivido en la impunidad más de 40 años, por lo cual no nos extraña. Fueron cómplices de los peores crímenes del país”.
Por último, dijo que “muchos hoy en día se han blanqueado, y el que sean descubiertos es una parte de la búsqueda de la verdad. Generalmente aquí ha habido una limpieza de imagen. Es positivo que se vaya liberando información sobre lo que ocurrió en dictadura”.