Por Alfredo Peña R.
La Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) y su Consejo Resolutivo, presidido por la Subsecretaría de Hacienda Heidi Berner, han demostrado que en Chile el único juego seguro es el del fracaso institucional.
Esta semana la SCJ demostrò la ineptitud de su trabajo. Enjoy "devolviò" su licencia de casino en Viña del Mar, "obtenida" en una licitaciòn en 2018.
Y la que estallò indignada en contra de la labor de la Superintendencia y con razòn, fue la alcaldesa Macarena Ripamonti, en la foto.
En la sesión del lunes del Consejo Resolutivo, la subsecretaria de Hacienda y presidenta del órgano, Heidi Berner; la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo; y la presidenta de la Comisión para el Mercado Financiero, Solange Berstein, votaron a favor del requerimiento de Enjoy. El gobernador Mundaca votó en contra y la subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales, se abstuvo.
Ante la decisión, la alcaldesa Macarena Ripamonti (Frente Amplio) criticó indignada el tiempo que tardó en adoptarse la decisiòn de la SCJ.
“Esta votación es una nueva señal de que, en la industria de los casinos, las reglas no se aplican por igual. Las cartas están marcadas y siempre favorecen a los mismos actores. La insolvencia de Enjoy era un hecho conocido por la Superintendencia desde hace más de seis años y, aun así, en reiteradas ocasiones optó por modificar la normativa para acomodarse a sus intereses, en lugar de resguardar el interés público”, dijo una enojada Ripamonti.
Ripamonti justificó su molestia en el futuro del casino cuando se concrete la salida de Enjoy, algo que ocurrirá tres años después de esta renuncia excepcional. “No hay certezas sobre los ingresos de nuestra ciudad a partir del 2028, y eso es profundamente injusto”, dijo.
Ante este contexto, la autoridad emplazó al gobierno del Presidente Gabriel Boric a “establecer una oferta mínima garantizada, que asegure, como la ley exige, los ingresos de la ciudad de Viña del Mar y, en segundo lugar, adjudicar una nueva licencia este mismo año, acelerando todos los plazos”.
“Nuestra expectativa es sencilla: que el gobierno y especialmente Hacienda, emitan una declaración pública donde se comprometan con Viña del Mar. Necesitamos una declaración, ya que tenemos experiencia escuchando palabras que luego se las lleva el viento”, agregó la autoridad.
Ripamonti también resaltó su llamado en el contexto de que se viene el cambio de representantes. “La autoridad regulatoria está por dejar su cargo y el gobierno también. Frente a eso quiero ser clara: dejar pasar el tiempo y eludir responsabilidades no es un camino posible”.
El itinerario de los fracasos
• Iquique: proyecto trabado, ejecución que nunca termina, promesas de inversión que parecen más bien cartas de tarot o el sueño extraño del regulador estatal.
• Coquimbo, Viña del Mar y Pucón: Enjoy "devolviendo" las licencias como quien devuelve un producto defectuoso. Claro, el problema no fue de la empresa, sino del muy mal análisis económico de la SCJ al adjudicar a esa empresa con gravisímos problemas financieros esas tres importantes plazas del país. La Superintendencia que nunca vio venir lo obvio.
• Calama, Monticello de Santiago-Rancagua, Temuco, Valdivia, Talcahuano, Punta Arenas, Osorno: todos bajo requerimiento por el gravisímo delito de colusión. El sueño chileno: competir de a tres para repartirse el botín como si fuera un naipe marcado. Para los que no saben: Un alto ejecutivo de una de las tres empresas acusadas de colusión por la Fiscalía, bajo "delación compensada", denunció este grave delito. Y hubo allanamientos a las casas y oficinas de los ejecutivos. Y la Fiscalia solicitó la pena económica más alta en la historia de Chile: 152 millones de dólares, a las tres empresas involucradas: Dreams, Enjoy y Marina del Sol. Sólo para Dreams, la Fiscalía pidió pagar más de 112 millones de dólares...
• Talca: La Superintendencia le da licencia a Dreams, en una zona declarada como "inundable" como ha quedado demostrado en los últimos años por la cercanía de los ríos que cruzan la capital del Maule. Además hace siete meses, la ministra del Medio Ambiente fue al mismo lugar y lo declaró oficialmente "Humedal Urbano". El caso está judicializado, con la única competencia “real” del proceso, donde Dreams ofreció màs del doble que el casino Monticello, el casino más grande del país. Pero claro, no porque Talca sea Las Vegas, sino porque las matemáticas mágicas de la SCJ dicen que ahí está el verdadero "tesoro". ¿Raro o no?...
El saldo final
¿El resultado? Procesos que debían garantizar competencia, transparencia y desarrollo regional, terminó en:
• Licitaciones ganadas pero devueltas con crisis para los municipios como lo denunció esta semana la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti y antes lo habían hecho los alcaldes de Pucón y Coquimbo.
• Proyectos detenidos.
• Investigaciones por colusión.
• Demandas judiciales.
• Y la paradoja de que el único lugar con competencia fue Talca, una plaza pequeña, donde la “generosidad” de Dreams desafía cualquier lógica económica.
El azar regulatorio
Mientras tanto, las autoridades siguen con su discurso solemne: que el Consejo Resolutivo actúa con criterios técnicos, que la SCJ vela por la transparencia, que se asegura el interés fiscal. Claro, la realidad dice otra cosa: Procesos de licitación que se desploman por todos lados.
El actuar de la SCJ no da para más:
• No hay reglas claras.
• No hay análisis económico serio.
• No hay protección frente a la colusión.
• Y no hay, tampoco, vergüenza en seguir llamando a esto un “éxito regulatorio”.
Casinos con monopolio… pero no tanto
Por si fuera poco, ahora el proyecto de regulación del juego online viene a dinamitar lo que quedaba del modelo: se acaba el monopolio territorial de los casinos adjudicados, mientras la Polla Chilena se prepara para instalar sus propias salas presenciales como si nada. Es decir, al operador privado se le exigieron inversiones millonarias y procesos licitatorios eternos, pero al Estado le abren la puerta por decreto.
Y como guinda de la torta, la SCJ jamás pudo frenar la plaga de máquinas tragamonedas ilegales en cada esquina, un verdadero “casino paralelo” que funciona a plena vista, sin fiscalización y sin aportar un peso al fisco.
La dura critica de los alcaldes: "Las cartas está marcadas" dice Ripamonti
El enojo no solo viene desde la prensa o de los expertos y acádemicos, también desde las propias autoridades locales que ven cómo estas malas decisiones golpean a sus territorios. La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, fue clara al señalar: “Las cartas están marcadas y siempre favorecen a los mismos actores”. Una frase que resume a la perfección la sensación de captura regulatoria que atraviesa este sector.
Lo mismo han dicho otros alcaldes afectados como los de Pucón y Coquimbo por la "devoluciòn" de sus Casinos a la Superintendencia.
La SCJ y la Subsecretaría de Hacienda lograron lo imposible: transformar un proceso diseñado para fortalecer la industria en un verdadero manual de cómo fracasar en licitaciones públicas.