El viernes recién pasado, una nueva persona se lanzó al vacio desde los pisos superiores hacia el interior del mall Costanera Center.
Es tan común para los guardias, ver estos suicidios, que ya se ha transformado un hábito. Los suicidas se lanzan desde el quinto piso y abajo hay una carpa o un toldo que se arma rápidamente para que la gente no vea el cuerpo hasa que llegue la policía y los médicos.
CNN Chile conversó con Militza Castillo, guardia de ese gigantesco mall y que Cambio21 quiere dar a conocer por la crudeza del relato.
Ya el mes pasado observó cómo una joven se lanzaba al vacío. Pero lo que vivió en la tarde de este viernes es un caso distinto, asevera, pues se trataba de una persona de la tercera edad.
“Resulta que a eso de las 18:10, una señora de edad, luego de finalizar el café que estaba sirviéndose sola en una cafetería, se subió a una silla y se lanzó desde el quinto piso del edificio” parte relatando Militza. “Llamó a la mesera en reiteradas ocasiones y la última vez le dijo, sin motivo alguno: ‘Discúlpame por molestar’” detalla con una voz temblorosa.
Al ser consultada por la presencia de algún tipo de carta suicida, la trabajadora asegura que “lo único que dejó sobre la mesa fueron sus lentes ópticos”.
Entre gritos, flashes, llantos e intentos de socorro, cuenta que ella y sus colegas fueron los encargados de tapar el cuerpo. Las instrucciones se reducen a dos indicaciones: la primera orden -y la más crucial- es que “cuando te toca estar en planta baja, te dicen: ‘mira, atrás de la escala está el toldo’. Con eso tenís que cubrir al que se tire”, mientras que la otra ordena a que “si se ve a alguien grabando o tomando fotos se le quite el celular y borremos el archivo”.
Fueron los mismos guardias quienes tuvieron que limpiar la sangre del piso.
—¿Cuenta el Costanera Center con algún tipo de asistencia psicológica para estos casos?
—No, no cuenta con ningún tipo de asistencia psicológica para estos casos. Hay paramédicos, pero es una sola sala de enfermería. Y la “brigada” como le dicen acá, que actúan de prevencionistas. Ellos están todos enfocados y dedicados al tema del cuerpo.
—¿Se planteó, en algún momento, la posibilidad de cerrar el mall mientras se realizaban los peritajes?
—Lo único que hacen es cerrar un pedacito, al que no puede ingresar el público. Pero el Costanera no se cierra ni por nivel ni por nada, sólo ese pedacito. Por el costado del área cerrada siguen pasando clientes, y de todas las edades, porque al frente de dónde cayó el cuerpo hay una dulcería, y muchos niños entran a comprar ahí acompañados de sus padres.
—¿Se les entrega a los guardias algún tipo de capacitación para enfrentar eventos como un suicidio?
—No. Acá se mata gente muy seguido. Yo puedo decirte que por semanas hay muchas muertes. Siempre se tiran al vacío. Por ejemplo, en el último nivel hay grabados en las barandas que dicen “Dios mío perdóname” o “por qué me dejaste sola”. La gente los ve y cree que es alguien que tenía pena y rayó eso, pero no sabe que eso lo escribió una persona que se mató hace muy poco. A nosotros los guardias se nos expone mucho psicológicamente porque nos toca cuidar los cuerpos, verlos, taparlos y un montón de cosas.