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Ecuatoriano respalda a gendarme formalizado por golpiza en cárcel: "Gracias a su ayuda logré salir vivo"

Cristián Romero Morales (20), uno de los dosecuatorianos imputados por el crimen del barrio República que fueron torturados en el Penal Santiago Uno, defendió al gendarme a cargo del módulo donde se encontraba durante el ataque.

"Traté de correr, pero lo único que sentía eran más golpes de puños, pies, objetos cayendo al piso, hasta que en un momento apareció un gendarme y me ayudó a ponerme de pie y nos llevó a un lugar seguro: gracias a su ayuda logré salir vivo de esta situación", aseguró Romero mediante una declaración que entregó a la Oficina de Seguridad Interna de Gendarmería, y que hoy publica La Tercera.

Ambos detenidos -Cristián Romero y Jonathan Chávez (21)-, fueron formalizados por el crimen de Margarita Ancacoy, ocurrido el 18 de julio pasado.

La Fiscalía imputó a cuatro reos y también al gendarme Héctor Palma, quien lamentó su situación y dijo que deberían haber dado "una medalla por salvarles la vida a dos internos", en lugar de dejarlo en prisión preventiva. Esto llevó a los gremios de funcionarios penitenciarios a amenazar con un paro nacional, que sólo se desactivó esta madrugada, tras gestiones del ministro Hernán Larraín.

Respecto a la misma situación, también habló el otro torturado, Jonathan Chávez: "Después de varios minutos de agresiones, un interno nos dice que nos paráramos y corriéramos a la salida, por ello tratamos de correr, pero casi todos los internos nos siguieron y continuaban agrediéndonos".

"Justo en ese momento llegó un funcionario de Gendarmería, quien nos retiró del patio, logrando terminar la golpiza que estábamos recibiendo. Cuando los internos nos ordenaron correr a la salida y mientras nos golpeaban, el funcionario de Gendarmería nos levantó y nos quitó de encima a los agresores.  Gracias a él no sufrimos mayores lesiones", relató Chávez.

Los dos imputados aclararon además cómo ocurrieron las torturas. Explicaron que todo comenzó en el comedor, donde les preguntaron por qué estaban ahí.

Entre lo que relatan, dicen que les cortaron el pelo y después comenzaron a golpearlos con "palos, con un fierro en todas partes del cuerpo", explicó Romero.

Luego, como habían sangrado, los obligaron a entrar en las duchas donde los tuvieron cerca de 30 minutos bajo el agua fría. Tras eso, recibieron electroshock.