Las primarias presidenciales legales están operando desde 2013 y los 3 últimos Presidentes de la República (Bachelet, Piñera y Boric) participaron en primarias de sus conglomerados y el triunfo en ellas les permitió ganar la elección presidencial.
Por esa vía las primarias presidenciales se convirtieron en un buen predictor; en la clase política se ha considerado como un requisito clave para legitimar liderazgos políticos y tener un potente elemento de movilización ciudadana, ya que los conglomerados ganadores superaron el umbral de participación ciudadana de más de 1,3 millones de electores en las primarias.
Las primarias presidenciales, además, trajeron una fuerte legitimidad democrática. Este 2025 hemos visto los vaivenes de la derecha acerca de sus primarias, que tuvo en Chile Vamos un permanente promotor de las primarias e incluso en la última semana -ante el rechazo de Kast y Kaiser- su candidata Matthei promovió ella personalmente unas primarias poco competitivas con Chahúan, Carter, Cruz Coke y Checho Hirane; al final decidieron no realizar primarias en la derecha y se resignaron a que los 2 candidatos de ultraderecha le compitan a Matthei hasta la primera vuelta en noviembre.
Estos vaivenes de la candidata Matthei mostraron la falta de conducción política e improvisaciones que develó la escasa capacidad de gobernabilidad de Chile Vamos, lo que, además, aceleró el nombramiento de un jefe político de la campaña que mejore la coordinación y que mostrará nuevos equipos de apoyo a Matthei.
En el caso de la centroizquierda e izquierda, aparte del distanciamiento del continuismo gubernamental que están mostrando las diversas candidaturas aún no está cerrada la plantilla de candidatos que debe inscribirse este miércoles 30. Las encuestas muestran que Tohá (PPD), Jara (PC), Winter (FA) marcan apoyo ciudadano y que la candidatura del FRVS del diputado Jaime Mulet es una candidatura débil, que no marca ni 1% en las diversas encuestas que se conocen.
Lo mismo le ocurría a la frustrada candidatura de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, que tampoco no marcaba en las encuestas. Una candidatura que sólo duró 14 días y que el icónico senador PS, José Miguel Insulza lo graficó así: “Es la tercera vez consecutiva que el Partido Socialista no la acierta en la parte presidencial“.
El PDC decidió restarse de estas primarias amplias y legales con la candidatura del presidente de ese partido, Alberto Undurraga y que ha señalado su disposición de concordar con mundo del socialismo democrática una lista parlamentaria para noviembre.
Mientras las encuestas (Cadem, UDD, Activa Research) muestran una importante ventaja para las candidaturas de derecha y ultraderecha -hay ahí una mayor imagen de triunfo-, las primarias presidenciales que ocurrirán en los meses de mayo y junio pueden darle a la coalición una capacidad de movilización electoral que puede hacer cambiar el actual cuadro electoral que muestran las encuestas.
Movilizar a dos millones o más de electores el 29 de junio puede empezar a construir una carrera presidencial mucho más competitiva e incierta, que hoy en las encuestas no se observa.
Las primarias entonces se convierten en algo decisivo en el escenario presidencial 2025, lo que explica el nerviosismo de Matthei en las semanas previas.
En la coalición oficialista y en especial en el PS, ya que hay una fuerte presión interna para optar por apoyar la candidatura de Carolina Tohá el 29 de junio; lo que convertiría estas primarias en una competencia por dirimir la hegemonía política entre el mundo socialdemócrata versus la izquierda tradicional del PC con FA.
Hay aún incerteza de cuál va a ser la plantilla electoral de las primarias que se inscribirá este miércoles, pero la última posibilidad de generar una candidatura competitiva para la centroizquierda es que movilice a más de dos millones de electores y gane la primaria la candidatura socialdemócrata con una propuesta donde los ejes principales sean más seguridad, más presencia policial en la lucha contra el crimen organizado, volver a crecer con mayor promoción de las exportaciones y diversificación productiva que permita sortear los efectos de la guerra arancelaria desatada por Trump, una modernización del Estado que disminuya la actual lentitud de un aparato sobre-burocratizado como sus principales prioridades; sino logra eso el camino al triunfo de la derecha o la ultraderecha será mucho más expedito.
Otro factor que puede ser sorpresa en la primera vuelta son los candidatos independientes que ya marcan en las actuales encuestas una suma de intención de voto superior al 12% lo cual muestra que incidirá en la primera vuelta ya sea vía la candidatura Parisi o MEO o Harold Mayne-Nichols.
La inscripción en las primarias y el inicio de la campaña generará un competitivo escenario, donde el Gobierno vivirá su etapa de pato cojo, trasladándose el interés ciudadano hacia la presidencial con lo cual se instala un escenario político totalmente incierto.
Otro escenario político se vivirá con el inicio de las primarias presidenciales.