Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Giro a la derecha o un país que va al péndulo de la extrema derecha

Más de 12.415 millones de personas participaron de la elección de este de 7 mayo, pero más 2.108 millones de ciudadanos votaron nulo y otros 565 mil votaron en blanco lo que representan más del 21% del electorado que participó producto del voto obligatorio, pero no se sintió convocado por las 5 listas que compitieron para elegir representantes en el Consejo Constitucional.

La incógnita que se abre por el 35,4% de la votación de la ultraderecha vía Partido Republicano -que le permitió elegir a 22 consejeros de 50- es si irán a boicotear el proceso de una nueva Constitución. Por otra parte, los 11 consejeros electos por Chile vamos y los 17 consejeros electos en pacto Apruebo Dignidad/FA, PC más PS que son parte de este acuerdo que originó el segundo proceso constitucional no están en condiciones de avanzar sin tener un mínimo acuerdo con los republicanos.

En este Consejo Constitucional, los 11 consejeros de Chile Vamos tendrán la responsabilidad de dar señales y hacer de puente entre 2 sectores que son los extremos del espectro político como son Republicanos y la debilitada coalición oficialista que sacó 28,5% de la votación, por tanto, el tema constitucional es una noticia en desarrollo.

La segunda lectura de estas elecciones tienen que ver con la evaluación del gobierno de turno y claramente aquí se debe hablar de un giro conservador del electorado.

En las elecciones parlamentarias de 2021 el Partido Republicano sacó 11,1% de los votos que le permitió tener 15 diputados y hoy se convierte en el principal partido político obteniendo 35,4% de la votación, con 3,307 millones de votos, es un aumento relevante de su votación en 15 meses producto de ser una oposición dura e intransigente al gobierno Boric y además, presionando a la derecha tradicional (RN,UDI y Evopoli) para que se sumen a ese estilo de oposición dura y por esa vía se instala como la fuerza hegemónica en la derecha.

A nivel regional, Republicano se convirtió en el partido más votado en 14 de las 16 regiones, incluso superando el 40% de los votos en Tarapacá, Ñuble, Bío-Bío y Los Lagos mostrando que es el sector mejor instalado para las elecciones regionales del 2024.

Por su parte la derecha tradicional cae del 25,4% del 2021 a un 21,14% sufriendo un revés histórico ya que esta ultraderecha supera a la derecha tradicional, pero ambas fuerzas se instalan como fuerza mayoritaria en el país con 56,6% de la votación y obtienen casi 5,3 millones de votos.

En diciembre 2021 en la segunda vuelta presidencial la candidatura derechista obtuvo 44% de la votación y sólo 3,650 millones de votos y hoy saltan del 44% al 56,6% de la votación y suben de 3,650 millones votos a 5,300 millones de votos, o sea la derecha subió en 1,6 millones de votos, si eso no es un giro conservador del electorado, es difícil pensar que definición se le puede dar a esta derrota política que sufre el gobierno.

A nivel de partidos la ultraderecha que es el partido Republicano obtuvo 35,4% de los votos y el segundo partido es la UDI con solo 8,86% de la votación y RN sufre una severa derrota cayendo al 7,4% de la votación.

Ahora que son mayoría en la oposición y restando más de 2 años y medio de gobierno Boric, se verá su comportamiento opositor si se mantienen en la oposición dura o transitan al pragmatismo de negociar con gobierno medidas enfocadas en sus 2 principales reivindicaciones como es la seguridad y el crecimiento económico.

El oficialismo logra un pésimo resultado electoral, sumando a las 2 listas como fueron Todo por Chile y Unidad por Chile. Sumando ambas listas obtienen solo 37% de la votación menor al Apruebo de septiembre pasado, pero lo más grave para la coalición es que hoy sumaron 3,5 millones de votos y en diciembre 2021 en segunda vuelta Boric fue elegido con 4,621 millones de votos, o sea en 15 de meses de gobierno perdieron 1,1 millón de votos que emigraron a la derecha.

La unidad progresista da 37% y no es suficiente para ganar los próximos desafíos electorales que son las elecciones municipales y regionales de octubre 2024 y las parlamentarias y presidenciales de noviembre 2025.

Este complejo y fragmentado mundo progresista (11 partidos que suman 37% de la votación, donde el más votado como es el Partido Comunista tiene 8,8% de los votos y le sigue PS con 5,9%) debe hacer una profunda autocrítica sobre su gestión gubernamental y legislativa que le ha hecho perder su mayoría electoral en solo 15 meses y por tanto, debe reordenar su agenda de trabajo y su diseño político de cara a lo que viene porque en el horizonte se ve a una ultraderecha ganando las próximas elecciones presidenciales.

Es un sector político -que producto de sus distintas visiones y divisiones- no genera gobernabilidad para enfrentar los problemas más acuciantes de los chilenos como es la seguridad e indefensión ante el crimen organizado, la falta de empleos y el estancamiento económico, la falta de atención de calidad en los servicios de salud colapsados por listas de espera por nombrar las principales urgencias ciudadanas.

 La izquierda que obtuvo 28,5% de los votos y la centroizquierda que obtuvo 9% de la votación deberá realizar una fuerte autocrítica de la perdida de votación, de su desconexión con los electores que le ha hecho perder 1,1 millón de votos y cual puede ser su camino para recuperarse de cara a las próximas elecciones municipales y regionales donde ir en una sola lista es una condición necesaria pero no suficiente para mejor su rendimiento electoral.

Pero es claro que electorado señalizo su giro de apoyo a posiciones más conservadoras y de eso el mundo progresista debe hacerse cargo.