Se terminó el suspenso y se realizó el cambio de Gabinete tanto de Ministros (5) como Subsecretarios (15) y claramente al liderazgo gubernamental han vueltos las canas y la experiencia para enfrentar el desafío planteado por el Presidente de la República de “mejorar la gestión”.
En su discurso señaló que “he decidido realizar un cambio de gabinete para mejorar nuestra gestión como gobierno de Chile ante las urgencias de nuestra patria y de los ciudadanos”.
Se ha debido recurrir a mujeres y hombres en experiencia en gobernar, en dirigir instituciones públicas y en generar e implementar programas efectivos que mejoran la vida de las familias vulnerables y de clase media.
Producto de eso resulta muy extraño que no se cambiará al Ministro de Educación que ha iniciado un nuevo año escolar y no se ve un Plan transversal para recuperar la calidad educativa- dejando atrás los déficits de aprendizaje que generó la pandemia, especialmente en los alumnos de colegios vulnerables y sin acceso a la televisión educativa en pandemia-, ni tampoco se ven señales de. disminución de la violencia escolar y ya en estos días en el Liceo de Aplicación y en el INBA hubo incidentes y violencia que no puede “normalizarse” en esos colegios. También siguen los altos niveles de acoso y bullyng escolar.
Donde si parece haber una buena noticia es que los padres han vuelto enviar a los niños, niñas y adolescentes a los colegios lo que significará un incremento de la presencialidad escolar, dejando atrás el alto ausentismo escolar pandémico.
Hay una enorme crisis educativa que requiere una fuerte intervención del Mineduc y la coordinación con los actores de la comunidad educativa y la sociedad civil y claramente ese foco no lo tiene actual ministro, cuya agenda tiene otras prioridades; por lo cual resulta insólito que no haya sido reemplazado por otro liderazgo convocante y unitario.
Es de esperar que nueva subsecretaria de Educación que viene de la ONG Educación2020 y ha trabajado estos temas se haga cargo de implementar el Plan de Recuperación Educativa para este año escolar que se inicia.
Un acierto presidencial fue cambiar al equipo de la Cancillería que claramente no dio el ancho para el manejo de las relaciones diplomáticas y comerciales del país, fue un año perdido por la tardía ratificación del TPP11 y el amateurismo del equipo que acompaño a la exCanciller Urrejola que es reemplazada por Alberto Van Klaveren que es definido transversalmente como “el mejor diplomático del país” y un promotor de la integración económica al mundo que permite avizorar que se retomará la mejor tradición en que la política exterior es una política de Estado que representa al conjunto del país, que ayudará a recuperar protagonismo político y económico en el campo internacional.
En el MOP llega una mujer con experiencia en gestionar instituciones públicas como en el BancoEstado y es de esperar que tenga la capacidad de agilizar la ejecución de los distintos programas del MOP que para 2023 suman aproximadamente US$ 5.500 millones que necesitan ser ejecutados oportunamente y no se repitan los atrasos del año pasado.
Los cambios en Cultura y Ciencias revelan esa prioridad en gestión y los nuevos ministros tienen esa expertise. Lo paradójico es que nuevo ministro de Cultura fue el autor del “himno de los 30 años de la Concertación” -la alegría ya viene- y termina en el gabinete de quienes denostaron los logros de ese período.
Esta mejor gestión -después del rechazo temporal de la reforma Tributaria- se hará en un marco fiscal más restringido y se hace relevante entonces colocar foco en sacar adelante las prestaciones e inversiones que el gobierno puede implementar sea para la reactivación económica como para enfrentar la aún alta inflación que están sufriendo las familias chilenas.
Es de esperar que el foco sea gestionar, mejorar la vida cotidiana y no seguir con las perfomances en redes sociales de las autoridades y con un discurso lleno de promesas que parte de ellas no se van a poder cumplir porque el rechazo a la reforma tributaria implica que no habrán nuevos recursos fiscales (con la excepción de los ingresos fiscales que genera el royalty al litio que tienen los contratos CORFO con SQM y Albemarle).
Poner el foco en mejorar la gestión, explica entonces un cambio de autoridades con experiencia en la tarea de gobernar que quedó claro carecieron muchas de las autoridades que fueron reemplazadas en la evaluación del primer año.
Falta sí una agenda acotada, realista y pragmática tanto en el ámbito legislativo como a nivel programático que apunte a dar más seguridades y a superar el estancamiento en que ya vivimos casi una década. Es de esperar que los viejos rockeros que vuelven al ruedo mejoren esa capacidad de gestión que anhela la ciudadanía.