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El "Troglo": otro torturador de la dictadura que muere sin reconocer sus crímenes ni entregar información

Los organismos de derechos humanos lamentan que uno de los más brutales agentes de la DINA nunca entregara información para dar con los detenidos desaparecidos, y que jamás reconoció todo el mal que hizo.

El pasado domingo, a los 71 años, falleció Basclay Humberto Zapata Reyes, alias "Troglo", exmilitar y exagente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de la dictadura de Augusto Pinochet, que enfrentaba condena en Punta Peuco por violaciones a los derechos humanos.
 
Zapata murió a las 12:06 horas en el Hospital Militar, afectado por un cáncer fulminante.
 
Luego de alcanzar el grado de cabo primero del Ejército de Chile, formó parte de la Agrupación Halcón I, bajo las órdenes de Miguel Krassnoff, otro condenado por crímenes de lesa humanidad preso en Punta Peuco.
 
Zapata Reyes ingresó en 2007 al penal militar para comenzar a cumplir la condena de 10 años y un día por el secuestro permanente de cuatro detenidos desaparecidos en agosto de 1974, condena que había sido ratificada por la Corte Suprema el 10 de mayo de ese año.
 
Zapata es sindicado como uno de los torturadores más crueles de la DINA.
 
“Murió un cruel”
 
La voz de Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), describe a Zapata como “uno de los más sanguinarios agentes de la dictadura”, asegura, añadiendo que quienes lo recuerdan "hablan de su brutalidad, de lo inhumano que era, y por ser uno de los primeros nombres de gente que conocimos vinculados al Comando Conjunto, a la tortura y asesinato de muchos detenidos desaparecidos".
 
"Estaba condenado por varios crímenes de lesa humanidad, varias condenas, y no me cabe la menor duda que varias condenas más en camino", recordó Pizarro.
 
"Es una pena que Basclay Zapata se haya ido sin entregar la verdad de todo lo que sabía respeto el exterminio que perpetró el Comando Conjunto durante los años de la dictadura cívico-militar. El Comando Conjunto es responsable de muchas desapariciones, por lo tanto ellos tienen el conocimiento de la verdad de lo que ocurrió con muchos de nuestros familiares y, junto con ello, saben el nombre de otros responsables también", lamentó la dirigenta.
 
 
Por su parte, el abogado Cristian Cruz lamenta el silencio generalizado de los condenados por delitos de lesa humanidad, a lo que suma el paulatino fallecimiento de estos, quedando la verdad mucho más sumida en el desconocimiento.
 
“Salvo contados casos, y de forma parcial, de los agentes de la represión han sido muy pocos los que han entregado información valiosa antes de morir. Es más, negaron su participación, incluso con antecedentes irrefutables de la responsabilidad”, reveló el abogado.
 
“Muy pocos han entregado elementos que puedan servir para saber el paradero de los desaparecidos, para tomar conciencia de quiénes y cuántos fueron realmente los agentes cívico-militares que torturaron y colaboraron con la desaparición de personas”, explica.
 
Consultado sobre la brutalidad que se le achaca, el abogado no lo duda. “Sí, era muy violento, y especialmente con las mujeres. No va al caso explicitar algunas de sus brutalidades, pero se debe decir que era uno de los que se ha reconocido por atacar sexualmente a las mujeres”, dijo Cruz.
 
Quien entregó su testimonio fue el periodista Mario Aguilera, el que fue torturado durante la dictadura por Zapata. Aguilera recordó una entrevista que le realizó  años después al exuniformado.
 
"Cuando yo estuve detenido escuchaba las campanas de la iglesia, las mismas que escuchaba él. La entrevista se dio en buenos términos, me pidió perdón, me dijo que no se acordaba de nada, pero él y yo sabíamos que estaba mintiendo", afirmó Aguilera a Cooperativa.
 
El periodista recordó que Zapata "no reconoció todo lo que yo sabía que él había hecho, que era uno de los violadores de la DINA, lo único más complejo de todo esto fue que posteriormente había que transcribir de un cassette a texto y era muy difícil estar escuchando una, dos, tres, cuatro veces las mismas cosas, la voz de aquel que había sido mi torturador".
 
Además, a través de sus redes sociales, Aguilera apuntó que "el Troglo" "me hizo preguntas en 1974, yo lo hice años después, sin venda, sin golpes, sin electricidad, esa es la diferencia entre el mundo que él representaba y el que muchos otros soñamos, un Chile para todos. Mintió, otros aún lo hacen", concluyó.